Las imágenes bien podrían pertenecer a una película de acción, pero tuvieron lugar en un restorán del barrio de Colegiales. Un cliente de 85 años destrozó el viernes las instalaciones del lugar después de que un empleado le solicitara que baje el tono de voz. Enardecido, arrojó sillas y vasos e intentó huir. Fue detenido a pocos metros.
Según el relato de los testigos, el hombre comenzó a romper todo lo que tenía a su alcance: arrojó sillas y vasos contra los mozos. Uno de los empleados del lugar contó a C5N que recibió el impacto de una de las sillas en la cabeza, pero afortunadamente no sufrió heridas de consideración.
Uno de los empleados recibió el golpe de una silla en la cabeza.
La Policía llegó de inmediato gracias al llamado desesperado de una empleada y logró detenerlo cuando el hombre intentaba huir. Con total impunidad, y luego de abonar la cuenta, el agresor corrió unos metros y fue interceptado por un oficial. Mirá el video.