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Comienza juicio contra el femicida que mató a una embarazada

Marcos Mansilla es juzgado por el femicidio de Julieta Mena, asesinada a golpes en octubre de 2015. Estaba embarazada de dos meses y medio.

por Gisela Nicosia

03 Abril de 2017 05:26
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No llegó a escuchar el latido del corazón de su bebé, pero luchó por él hasta el último minuto que estuvo con vida. Julieta Mena intentó frenar los golpes de su pareja, Marcos Mansilla, pero no logró ganarle a tanta violencia. Tenía 19 años y estaba embarazada de dos meses y medio. Sólo ella y Mansilla lo sabían. Él no quería continuar con el embarazo, ella sí. La violencia ya era parte de la relación pese a que Julieta lo ocultaba y pensaba que Marcos podía cambiar. Cada golpe, trompada y patada demostró lo contrario y terminó con su vida.

Julieta pensaba que Mansilla podía "cambiar" y dejar de ser violento.

Marcos Mansilla la mató a golpes.

“En cada embarazada veo a mi hija, en cada bebé veo a mi nieto o nieta, digo así porque no llegamos a saber si era nene o nena el bebé que llevaba en su vientre hasta que quién era el novio de Juli la mató a golpes. Ni sabíamos que estaba embarazada. Solo sabíamos que ella pensaba que él iba a cambiar", cuenta a BigBang Marcela Morera, con el peso del dolor en su voz. Es la voz de una madre que se refugia en las fotos de su hija para seguir adelante. La mira fijo y le pide fuerzas.

"En cada embarazada veo a mi hija, en cada bebé veo a mi nieto o nieta

La familia de Julieta la recuerda y pide justicia por su muerte. 

Hoy comienza el juicio contra Mansilla, en el Tribunal Criminal Nro. 5 del Departamento Judicial de La Matanza, donde se lo juzgará por femicidio. La condena se conocerá la semana próxima y la fiscalía solicitó la máxima condena.

LA MATÓ A GOLPES

El femicidio de Julieta ocurrió el 10 de octubre de 2015, en una casa ubicada en Ramos Mejía. Todo comenzó por una pelea. Ella deseaba ir a un cumpleaños familiar, él la celaba. Los gritos cada vez eran más fuertes y un golpe fue el inicio de una golpiza que terminó en femicidio. Mansilla al comprobar que Julieta no respiraba se dio a la fuga pero fue encontrado y detenido a los dos días por la Policía en la vivienda de un familiar, en González Catán. En un primer momento negó ser el autor del hecho pero luego cambió su declaración.

Marcela reconoce que era de las que pensaba que violencia era sinónimo de golpes. "Pensé que los celos y el control que él tenía sobre ella era parte del tipo de relación que mantenían y pese a no estar de acuerdo y hablar con ella, no había forma de que entendiera que algo andaba mal", cuenta con pesar debido a que ella también comprendió el calvario que soportó Julieta recién cuando le notificaron sobre el crimen.

"Pensé que los celos y el control que él tenía sobre ella era parte del tipo de relación que mantenían

Julieta tenía 19 años y estaba embarazada de dos meses y medio.

MANSILLA NO QUERÍA SER PADRE 

Mansilla ante el fiscal brindó detalles de lo ocurrido antes del crimen y dio pistas que podrían dar alguna luz sobre el móvil del asesinato: sabía que Julieta estaba embarazada pero él no quería ser padre. "No estaba preparado para recibir un hijo", aseguró. Además, sostuvo que su intento de fuga estuvo motivado por el “miedo”.

La autopsia reveló que la joven murió por los golpes que recibió en diferentes partes del cuerpo, que le provocaron el estallido del hígado y los riñones. Además, tenía golpes resultantes de las patadas que le dio a Mena en la zona anal y vaginal.

"Creo que en algunos casos, como en el de mi hija, el embarazo potencia la violencia. Los enoja más a los violentos y las golpean más. Son meses difíciles, la cercanía con el fin de año, las fiestas me ponen más sensible. Me imagino a mi hija con su panza, o dando a luz y yo ayudándola con su bebé y más me duele no poder cambiar lo que pasó", resume entre llanto.

“Me voy a enfrentar al asesino de mi hija, estoy nerviosa y expectante. Confío en la justicia y en los fiscales que realizaron un trabajo de hormiga”, dice al referirse al doctor Arribas, Carlos Adrián y Luppino, Carlos Alfredo.  

“Me voy a enfrentar al asesino de mi hija, estoy nerviosa y expectante

“Yo no creo que se anime a mirarme a los ojos. Él ya me bajaba la mirada cuando lo miraba. Ahora supongo que tendrá menos cara para hacerlo”, sostuvo Marcela.

Lo penoso de este juicio es que Marcela no se presenta como particular damnificada, o querellante, sino como testigo, debido a que se vencieron los plazos y los papeles no fueron presentados a tiempo por su abogado anterior, Julio Torrada.

Ahora, la madre de Mena cuenta con la labor de Matías Bernal, abogado del refugio Nancy Uguet, quién la asesora para seguir de cerca el avance del trabajo de la fiscalía, quien actuó de oficio contra Mansilla.

“Deseo que todo salga como lo esperamos, pasamos muchas cosas y no bajamos los brazos porque deseamos que se haga justicia, por Julieta y por su bebé”, finalizó.

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