El objetivo es “proteger a la mayor cantidad de personas con alguna condición de riesgo” y “reducir la mortalidad”. El plan de postergación para alcanzar a la mayor cantidad de personas posible había sido un tema espinoso a mediados de enero.
El Ministerio de Salud y el Consejo Federal de Salud (COFESA) confirmaron que se diferirán las aplicaciones de las segundas dosis de todas las vacunas para inocular a la mayor cantidad posible de personas y aminorar el impacto de la segunda ola de coronavirus.
Esta decisión está vinculada con las escasas chances de realizar un nuevo aislamiento social para evitar consecuencias sociales y, principalmente, económicas. Ante la llegada de más lotes con vacunas, pero escasos para lograr la inoculación de la mayoría de las personas de riesgo, el Gobierno tomó la decisión de diferir la segunda dosis.
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Las diferentes jurisdicciones podrán espaciar las segundas dosis de cualquiera de las vacunas actualmente disponibles en nuestro país por un intervalo de 12 semanas. El Ministerio de Salud informó que podrán hacerlo con la Sputnik V, Covishield/ChadOx-1 y Sinopharm.
Según informaron a través de un comunicado de Salud: “El objetivo principal es proteger a la mayor cantidad de personas con alguna condición de riesgo, lo antes posible y reducir el impacto de las muertes por esta enfermedad”. El COFESA y el Ministerio de Salud acordaron que después de los 3 meses de la primera dosis, se aplique la segunda dosis en forma escalonada priorizando de manera secuencial la población de mayor riesgo de enfermedad grave, como los mayores de 60 y personas entre 18 y 59 años con factores de riesgo, para completar el esquema de vacunación.
Sin embargo, los organismos recomendaron que en el caso particular del personal de salud licenciado y abocado a realizar actividades asistenciales y con alta exposición al riesgo o manipular muestras clínicas, se completen los esquemas de vacunación con intervalo convencional. También sugirieron a las jurisdicciones que se postergue la aplicación de la primera dosis de vacuna entre tres y seis meses después del alta clínica para todos aquellos que ya fueron diagnosticados con COVID-19.
La decisión se basa en la recomendación del grupo de trabajo de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN), que se reunió ayer. Apunta a vacunar al mayor número posible de personas con la primera dosis para “maximizar los beneficios de la vacunación y disminuir el impacto de las hospitalizaciones y mortalidad por esta causa”.
La ministra Carla Vizzotti aclaró: “Esta estrategia no sólo se basa en el análisis de la evolución de la pandemia y la cantidad de dosis disponibles a nivel mundial, sino también en concentrar los recursos para vacunar más rápido a un mayor número de personas, en especial a los mayores de 60 años”.
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Por otra parte, Vizzotti pidió tener en cuenta el “carácter dinámico de los conocimientos en torno a las vacunas, en este caso los intervalos entre dosis, que ahora son más amplios y su evaluación permanente”.Según se informó, tanto Salud como el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación para hacer un seguimiento de la estrategia de inoculación contra el coronavirus y podrían aplicarse medidas correctivas si fuera necesario.