La delicada decisión final en el juicio a Fernando Farré por el femicidio de su ex esposa, Claudia Schaefer, estuvo en las manos de un jurado popular compuesto por seis hombres y seis mujeres.
El femicida Farré en la jornada inicial del juicio por jurados.
El jurado se conformó luego de una preselección de 46 personas y estuvo conformado por un médico, dos docentes, una jubilada, un empleado público municipal, un plomero, tres amas de casa, un estudiante y dos desempleados.
Y el camino previo a la votación no fue tan sencillo como parece. Luego de los alegatos de clausura de la fiscalía y la defensa, donde ambas partes repasan las correspondientes pruebas que presentaron en el juicio, toca abrir esta puerta clave.
Instrucción y deliberación
Así, el juez instruye al jurado brindándole la información legal necesaria para que puedan deliberar de manera correcta y arribar a un veredicto sólido. Estas disposiciones también se les entregan de manera escrita con el fin de facilitar cualquier repaso necesario.
Entre otros datos, el magistrado subraya qué aspectos deben tener en cuenta los jurados al momento de valorar cada prueba, cuáles son las cuestiones centrales que deben decidirse y bajo qué normas se deliberará. Estas instrucciones se derivan de una charla previa entre el juez, el fiscal y los abogados defensores.
Una vez finalizada esta etapa, comienza la deliberación que es secreta y continua. El primer paso de este proceso es la elección de un presidente del jurado, el cual ordenará la discusión y se encargará de leer el veredicto final frente al tribunal.
La culpabilidad de Farré fue determinada tras una breve deliberación.
Cada jurado tendrá un momento para poner en escena su análisis sobre el caso en base a los hechos y las pruebas, mientras que todos deberán evaluar si la fiscalía ha probado la acusación más allá de una duda razonable. Cualquier duda sobre las instrucciones impartidas previamente por el juez deberán ser comunicadas por escrito.
Decisión final
La deliberación no tiene una duración predeterminada y sólo finaliza cuando se acuerda un veredicto. En el juicio a Farré, fue de sólo dos horas.
Para determinar la culpabilidad del acusado se requiere un mínimo de 10 votos afirmativos, pero si el delito en cuestión tiene prevista una pena de prisión perpetua, se necesitará la unanimidad del jurado.
Una vez tomada la decisión, el presidente del jurado deberá comunicársela al oficial de sala, quien se la transmite al juez. Todos los miembros tienen la obligación de mantener en secreto absoluto su opinión y la manera en la que se conformó la votación. A su vez, los formularios de votación y las notas del jurado son destruidos para evitar su difusión.
El mismo celo se pone en juego para resguardar la identidad de los miembros del jurado. Así, en el juicio a Farré, el juez los hacía salir de la sala si estaban presentes fotógrafos de la prensa, y un policía debía escoltarlos si necesitaban ir al baño.
El jurado debía abandonar la sala ante la presencia de fotógrafos.
En el caso de que se decida que el acusado es culpable, le toca al juez fijar la pena de prisión luego de una audiencia posterior con la fiscalía y la defensa. Si se decide que existe inimputabilidad, en esa audiencia se evaluará si hay que fijar una medida de seguridad.