15 Julio de 2018 10:40
Luego de negarse a declarar frente a la Justicia, Cristian "Pity" Álvarez fue trasladado el jueves al penal de Ezeiza donde recibió la visita de su madre, quien no pudo dialogar con él. Allí, al menos por ahora, no será alojado en un pabellón común sino en el psiquiátrico, donde se aplica el Programa Integral de Salud Mental Argentino (Prisma), el cual depende de la Secretaría de Justicia.
Álvarez momentos después de ser ingresado al pabellón Prisma.
A ese espacio llegan tanto los reos con problemas psiquiátricos como los que deben ser tratados por adicciones para ser tratados por un equipo interdisciplinario de psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales.
Hasta el 2016, en el programa había 64 presos varones y 10 mujeres. Allí, Álvarez compartirá espacio con algunos presos de renombre, como Giselle Rímolo, el ex funcionario kirchnerista José López y Susana Freydoz, la esposa -y asesina- del gobernador de Río Negro Carlos Soria.
Otro de los internos es Lucas Azcona, detenido por el femicidio a puñaladas de la estudiante universitaria chilena Nicole Sessarego Borquez en Almagro.
La condiciones de vida en el pabellón Prisma son ciertamente más cómodas que en el resto del penal de Ezeiza: las celdas son más espaciosas y los espacios comunes más despejados. Los presos pueden acceder allí a talleres de cine, fotografía, musicoterapia, huerta y artesanías.
Evaluación, internación y derivación
"Son tareas propias del programa tanto la evaluación de personas privadas de la libertad para el ingreso, la asistencia durante el período de internación y la derivación al momento del egreso del Programa, como el desarrollo de estrategias para promover una transformación cultural del espacio penitenciario", explica el Anexo I de la resolución del Ministerio de Justicia que ordenó la creación del programa Prisma.
Los internos reciben medicación sólo si es estrictamente necesario, cuatro veces al día. Para acceder a ella, deben estar en sus habitaciones para que los especialistas puedan evaluar su situación cotidiana.
El pabellón Prisma es muchas veces lugar de alojamiento temporal.
En muchas ocasiones, los presos son dados de alta antes de cumplir su condena y deben ser trasladados a un pabellón común hasta recibir la libertad. En ese caso, continúan siendo evaluados periódicamente por el personal médico del programa Prisma.