Cuando la luz vuelve a los hogares no siempre es motivo de festejo. Sin embargo, muchos vecinos sufren en en sus hogares la rotura de artefactos debido a las intermitencias en el servicio eléctrico. Por ejemplo: heladeras que queman sus motores ante un golpe de tensión y ya no sirven.
Las intermitencias de la luz ya son costumbre en algunas zonas de la ciudad.
Televisores, computadoras, hornos eléctricos, microondas, lavarropas y aires acondicionados pueden quemarse si al retornar la luz, la tensión eléctrica es más fuerte que la habitual. Hay zonas como Caballito, La Paternal o Santa Rita, que todos los años son de las más afectadas por los cortes de luz. Allí es común escuchar los reclamos de los usuarios que en cada uno de esos episodios “pierden” algún artefacto, lo que le suma un extra a la falta de servicio y es la reposición de algunos artículos esenciales en el hogar.
Los microondas, entre los artefactos más dañados.
Para ellos existe la posibilidad de obtener cierto resarcimiento por parte de las empresas distribuidoras de energía, para poder remplazar así el artículo perdido.
Los pasos a seguir son sencillos y sólo basta con armarse de paciencia, aún un poco más. Según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) “si se producen daños en artefactos por deficiencias en el suministro eléctrico, la empresa distribuidora tiene la obligación de hacerse cargo de la reparación o restitución”. Mirá el video sobre la quema de lectrodomésticos por golpe de tensión.
Los pasos a seguir son básicos y deben cumplimentarse ante la distribuidora para obtener una respuesta positiva:
Gestionar el reclamo por los artículos dañados en la empresa distribuidora. Los mismos pueden realizarse telefónicamente o bien vía web. También personalmente en la oficina de la empresa que corresponda a su barrio.Tanto Edesur como Edenor habilitan esta posibilidad a sus usuarios.
Presupuestar el arreglo del equipo dañado con un técnico.
Remitir el comprobante del presupuesto a una oficina comercial de la distribuidora que le corresponda a su zona.
En el término de 30 días hábiles un representante de la compañía eléctrica deberá otorgarle una respuesta sobre ese reclamo
En el caso de haber sido aceptado el presupuesto, el monto comprometido se descontará de las futuras facturas de electricidad.
El trámite debe realizarse en las oficinas comerciales de las distribuidoras.
Sin embargo, puede suceder que la respuesta de las distribuidora se haga desear o bien sea insatisfactoria. En ese caso, y si no se recibe respuesta dentro de los 10 días hábiles, se podrá recurrir al ENRE para gestionar el reclamo, esta vez contra la distribuidora.
El trámite en el ENRE puede realizarse personalmente en Suipacha 615, de lunes a viernes de 9 a 18 horas o por carta a la misma oficina o al Apartado Gratuito Nº 505 del Correo Argentino.
Se deberá presentar el presupuesto del artefacto a reparar o, si esto ya fue realizado, las facturas originales de la reparación de los mismos, emitidos a nombre del titular del servicio. Se debe adjuntar también la última factura del servicio. “En caso de no ser titular del suministro, debe acreditar su condición de usuario (presentando copia del titulo de propiedad, o del contrato de locación, de un servicio a su nombre, del DNI donde conste el domicilio)”, indican desde la web del organismo.
Completar el formulario por daños que figura en el sitio del ENRE.
El extenso formulario de reclamo puede obtenerse en la web o en la oficina del ENRE.
Cuando los artefactos eléctricos no puedan repararse, a la documentación anterior deberá adicionarse un informe realizado por servicio técnico (versión original y firmado) que detalle los componentes afectados y que justifique técnicamente las causas que tornan imposible la reparación del artefacto. También se deberá adjuntar un presupuesto de compra de un artefacto de similares características.
La factura debe ser original y detallar el presupuesto.
No existe tope para aquellos usuarios que han perdido más de un artefacto. Si se cumplimentan todos los pasos del reclamo, el mismo deberá llegar a buen puerto sin mayores cuestionamientos.