04 Marzo de 2022 12:42
La preocupación por la guerra en Ucrania alcanzó nuevos niveles en estas horas como consecuencia de las dudas sobre lo que ocurrió en la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa.
La central se encuentra en la ciudad de Energodar, a orillas del embalse Kakhovka. Cuenta con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000 y tiene una capacidad total de 6.000 MW. Las primeras cuatro unidades generadoras se pusieron en marcha en el período de 1984 a 1987; la quinta, en 1989 y la sexta, en 1995. La particularidad de esta planta es que salvo la última unidad generadora, todas las demás fueron construidas durante la ex URSS.
Justamente esa zona fue una de las últimas que empezó a controlar Rusia desde que inició la invasión en Ucrania hace más de una semana. Antes de Zaporiyia, ya se habían divisado tropas rusas primero, para luego controlar la zona, en Chernobyl en donde se encuentra el territorio arrasado por la explosión nuclear que sucedió en 1986.
El incendio fue reportado en las primeras horas de ayer (hora de Ucrania) y después de las 6 de la tarde se informó que había sido extinguido. No hubo víctimas fatales, pero las causas del mismo generaron un fuerte cruce entre Rusia y la comunidad internacional debido a que se calcula que su impacto sería diez veces más devastador que el de Chernobyl.
El argentino Rafael Mariano Grossi, director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), dependiente de la ONU, bajó el tono de la alarma al asegurar hoy que tras el bombardeo no hubo fuga de radiación y ningún reactor se vio comprometido. "Un proyectil golpeó un edificio dentro de la planta nuclear. Este edificio no forma parte de los reactores", explicó Grossi en rueda de prensa.
La tranquilidad que supuso el hecho de que el incidente no se transformaría en algo mayor no evitó, sin embargo, que de inmediato se desatara una catarata de acusaciones cruzadas y una colosal guerra informativa en relación a las responsabilidades que sembró zozobra en todo el mundo.
"Tropas de la Federación Rusa están disparando contra la planta de energía nuclear de Zaporiyia y existe una amenaza real de peligro nuclear en la planta de energía atómica más grande de Europa", afirmó el vocero del establecimiento, Andrei Tuz, en el primer video publicado en la red de mensajería rusa Telegram.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a Moscú de recurrir al "terror nuclear" y de querer "repetir" la catástrofe de Chernobyl. "Alertamos a todo el mundo sobre el hecho de que ningún otro país excepto Rusia ha disparado jamás contra centrales nucleares. Es la primera vez en nuestra historia, la primera vez en la historia de la humanidad. Este Estado terrorista recurre ahora al terror nuclear", dijo en un video publicado por la presidencia ucraniana.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también condenó la "irresponsabilidad" de Rusia a raíz de su ataque. "Hemos visto informes sobre el ataque contra esa planta nuclear. Esto demuestra la irresponsabilidad" de este conflicto, dijo Stoltenberg antes de una reunión urgente de cancilleres de la OTAN en Bruselas, en la primera reacción de la alianza transatlántica a este ataque.
El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, respondió que fueron los saboteadores nacionalistas ucranianos quienes perpetraron el ataque, que calificó como una "provocación monstruosa".
"Anoche, en el territorio adyacente a la central nuclear, el régimen nacionalista de Kiev intentó llevar a cabo una provocación monstruosa", dijo el portavoz del ministerio, Igor Konashenkov, agregando que una patrulla de la guardia nacional rusa fue atacada en la zona por un grupo de sabotaje ucraniano. Pocas horas después, las autoridades rusas señalaron que la planta operaba "con normalidad".
"El personal de la central nuclear de Zaporiyia continúa trabajando con normalidad, mantiene las instalaciones de la planta y supervisa la situación radiactiva. El fondo radiactivo en la zona de la central es normal", dijo el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, según informó la agencia de noticias rusa Sputnik.
Se acuerdo al funcionario, el objetivo de "la provocación del régimen de Kiev en la instalación nuclear era acusar a Rusia de crear una fuente de contaminación radiactiva".
"Todo esto atestigua un plan criminal del régimen de Kiev o la pérdida total de control de Zelenski sobre las acciones de los grupos de sabotaje ucranianos con la participación de mercenarios extranjeros", indicó.
La reacción en el Mundo
El presidente estadounidense, Joe Biden, se comunicó de inmediato con su homólogo ucraniano para abordar la gravedad del incidente.El Gobierno británico pidió la convocatoria de una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, tras declarar el incidente "una amenaza para la seguridad y la estabilidad europeas" y para que "los responsables rindan cuentas", afirmó la canciller Liz Truss. Tras el ataque ruso, el ministro británico de Defensa, Ben Wallace, acusó a Putin de "jugar con fuego (...) fuera de toda lógica o necesidad".
El primer ministro británico, Boris Johnson, responsabilizó Rusia por amenazar directamente la seguridad de toda Europa, después de que un incendio en la mayor planta nuclear de Europa y Ucrania se acusan mutuamente- pusiera en vilo durante varias horas al mundo entero.
El premier dijo que el Reino Unido haría todo lo posible para garantizar que la situación no se deteriore aún más y que buscará una reunión de emergencia "inmediata" del Consejo de Seguridad de la ONU. En las primeras horas de la mañana Johnson habló con el presidente Zelenski sobre la situación gravemente preocupante en la central nuclear de Zaporiyia.
Rusia tomó la planta nuclear más grande de Europa: "Podría agravar el sufrimiento humano"
Ambos líderes acordaron que Rusia debe cesar de inmediato sus ataques en zonas cercanas a la central nuclear y permitir el acceso sin restricciones a la planta de los servicios de emergencia y acordaron que un alto el fuego era crucial, informó un portavoz del Gobierno británico.