El Gobierno nacional fue a fondo contra la política de medios de la anterior administración y como corolario publicó hoy el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) a través del cual crea el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), que asume las funciones de la AFSCA y la AFTIC, entes K disueltos en la misma norma e introduce reformas a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Martín Sabbatella resisitió en la oficinas de AFSCA.
A la vez, creó en el ámbito del ministerio de Comunicaciones, la "Comisión para la Elaboración del Proyecto de Ley de Reforma, Actualización y Unificación" de la Ley de Medios y la Ley Argentina Digital.
El artículo 1 del decreto 267/2015, publicado hoy en el Boletín Oficial, establece la "Creación del Ente Nacional de Comunicaciones" como organismo "autárquico y descentralizado, en el ámbito del Ministerio de Comunicaciones", que conduce Oscar Aguad. El nuevo ente tendrá "plena capacidad jurídica para actuar en los ámbitos del derecho público y privado".
Oscar Aguad, ministro de Comunicaciones piloteará las reformas.
El extenso decreto afirma que "la crítica situación del sector de las telecomunicaciones y los medios", entre otras cosas, "determinan la imperiosa necesidad de efectuar la reorganización y modificación normativa proyectada, configurando una circunstancia excepcional que hace imposible seguir los trámites ordinarios previstos por la Constitución Nacional para la sanción de las leyes". O sea, quieren que salga rápido, por eso el DNU.
La convergencia de medios, lo que se viene.
Tras destacar la "convergencia tecnológica" que vive el mundo en materia de medios , el decreto destaca que es necesario la existencia de "autoridades que regulen y controlen la actividad en forma independiente, técnicamente idónea y neutral, en beneficio de los consumidores, evitando al propio tiempo distorsiones en la competencia como la ejecución selectiva de sanciones".
Además, aclara que el ente "será objeto de control por parte de la Sindicatura General de la Nación" y de la Auditoría General de la Nación".
El directorio y los cambios
Otra de las modificaciones que establece el DNU señala que el directorio del ENACOM estará integrado por un presidente y tres directores nombrados por el Poder Ejecutivo, y otros tres que representarán a las tres primeras minorías parlamentarias. Los directores tendrán mandato por cuatro años, con posibilidad de una renovación, aunque podrán ser removidos "en forma directa y sin expresión de causa" por el Poder Ejecutivo.
La sede del AFSCA debió ser desalojada.
En tanto, el artículo 24 del decreto establece la disolución "de pleno derecho" de la AFSCA y la AFTIC, y del Consejo Federal de Tecnologías de las Telecomunicaciones y la Digitalización y sus directores cesan en sus cargos, así como así como también los miembros del Consejo Federal de Tecnologías de las Telecomunicaciones y el Consejo Federal de Tecnologías de las Telecomunicaciones y la Digitalización.
En el artículo 28 del decreto se crea la Comisión que tendrá a su cargo "la Elaboración del Proyecto de Ley de Reforma, Actualización y Unificación" de las leyes de Medios y Argentina Digital.
Se inicia otra etapa en las comunicaciones.
"La Comisión tendrá a su cargo el estudio de las reformas a ambas leyes con el propósito de garantizar la más amplia libertad de prensa, el pluralismo y el acceso a la información, fomentar el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y las telecomunicaciones, avanzar hacia la convergencia entre las distintas tecnologías disponibles, garantizar la seguridad jurídica para fomentar las inversiones en las infraestructuras, evitar la arbitrariedad de los funcionarios públicos y garantizar los derechos de los usuarios y consumidores", expresa el DNU.
Marcos Peña dijo que se terminaba la guerra del Estado contra el periodismo.
La semana pasada, al anunciar las modificaciones a las leyes sobre comunicación, Peña aseguró que con los cambios se terminaba "la guerra del Estado contra el periodismo" que, según el funcionario, llevó a cabo el gobierno de Cristina Fernández, y que generó "una Argentina dividida y peleada con una tensión permanente hacia el trabajo" de la prensa.