14 Abril de 2017 17:10
El panorama que se vive en Salto, en el noreste de la provincia de Buenos Aires, por estas horas es atípico. Barrios enteros bajo el agua y más de 1.000 evacuados fueron las consecuencias de las intensas lluvias que llevó al río homónimo a su máximo histórico de 9,47 metros.
Más de 1.000 personas debieron ser evacuadas.
La ciudad se encuentra literalmente bajo el agua, aunque esta tarde la esperanza está puesta en que comience a bajar lentamente y sus habitantes puedan abandonar los centros de evacuación, para volver a sus hogares.
"El agua viene de Colón a Rojas, de Rojas a Salto y de Salto a Arrecifes", indicó el intendente Ricardo Alessandro a medios locales.El funcionario del Frente para la Victoria expresó que los pronósticos "no son" alentadores aunque remarcó que "tendría que bajar el agua" y precisó que el agua "escurre hacia el Paraná".
Lo cierto es que esta es ya la tercera vez en el año que los pobladores deben abandonar su casa por culpa de las inundaciones. Pero esta vez, quedaron casi cercados, dado que las rutas que comunican Salto con diferentes ciudades están inundadas. Tal es caso de la 31, -que comunica Salto con Rojas- y la 32 que le permite salir a Pergamino.
La crecida superó la gran inundación de 9,20 metros ocurrida en 2015. Ante la magnitud del fenómeno, hasta allí llegaron ayer el jefe de Gabinete Marcos Peña y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, que recorrieron la zona y prometieron acelerar las obras para drenar el agua.
Peña y Vial recorrieron la zona afectada.
Desde el sitio Saltoenred aseguraron que la asistencia a los damnificados llegó a colapsar en un momento, pero que en la tarde del viernes la situación se encuentra "controlada".