La Mesa Nacional del Transporte decidió postergar el paro nacional de 24 horas que inicialmente estaba previsto para el 17 de octubre hasta el 30 del mismo mes. Esta medida afectará el servicio de trenes, aviones y barcos en todo el país, paralizando el transporte durante esa jornada. La decisión fue tomada en una reunión que contó con la participación de comisiones directivas y cuerpos delegados de los siete sindicatos que integran la Mesa, como los camioneros, pilotos, aeronavegantes, ferroviarios y marítimos. Sin embargo, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), liderada por Roberto Fernández, estuvo ausente en el encuentro.
De esta manera, es casi un hecho que probablemente no se sumará a la protesta debido a que está en plena negociación salarial. Uno de los principales motivos para postergar el paro fue la situación de la UTA, que se encuentra en un proceso de conciliación obligatoria con la Secretaría de Trabajo. Este proceso impide que el sindicato tome medidas de fuerza hasta que se resuelva la negociación con los empresarios, cuya próxima audiencia está programada para el jueves. La UTA no podrá declarar un paro hasta el 29 de octubre, lo que llevó a algunos dirigentes de la Mesa Nacional del Transporte a optar por postergar la fecha.
Esto último con el objetivo de garantizar la adhesión de los choferes de colectivos al paro, ya que se trata de un sector clave para lograr una paralización total. La ausencia de la UTA en la reunión fue vista con dudas por otros sindicatos, quienes sospechaban que el sector dialoguista de la CGT, al que pertenece la UTA, podría influir para que el gremio no se uniera al paro. Esta sospecha se refuerza por las mediaciones que la CGT inició con funcionarios del Gobierno, buscando que la UTA cierre un acuerdo salarial y evite sumarse a la protesta. El sector liderado por Fernández advirtió que los empresarios están preocupados por la desregulación del transporte de media y larga distancia.
Lo cierto es que el paro fue impulsado por el ala dura de la CGT, integrada por líderes como Pablo Moyano (Camioneros), Pablo Biró (pilotos) y Omar Maturano (ferroviarios), que buscan una postura más dura contra las políticas de Javier Milei. Sin embargo, el sector dialoguista de la CGT, que alcanzó un acuerdo con el Gobierno la semana pasada, intenta que esta tregua abarque a todos los sindicatos del transporte. En las negociaciones con el Gobierno, la CGT logró que se moderara el artículo anti-bloqueos de la reforma laboral, acordando que su reglamentación se discutirá en una mesa tripartita entre el Gobierno, los sindicatos y los empresarios.
En la reunión con funcionarios del Gobierno, la CGT también planteó la necesidad de crear una comisión con la Secretaría de Transporte para abordar los reclamos salariales de los trabajadores del sector. Si se logran avances en estas negociaciones, no se descarta que el paro programado para el 30 de octubre sea levantado. "No voy a hablar por los trabajadores colectiveros, creo que los que suben a un colectivo sufren los mismos ataques que estamos recibiendo todos los gremios de transporte: la inflación, el Impuesto a las Ganancias. Quedan 20 días, seguramente vamos a hablar con los compañeros colectiveros", advirtió Palo Moyano de todas maneras.
También afirmó: "Lo importante es los que vamos a parar, los que se quieran sumar, que se sumen. Creo que es el momento justo de llamar a un paro general, están cerrando los hospitales, desfinanciando el Garrahan, el presupuesto universitario, cagaron a palos a los jubilados, ¿cuándo va a ser el momento de ir a un paro? Por eso la decisión del transporte de llevar adelante esta medida. En los próximos días vamos a laburar para que el paro sea contundente".