31 Mayo de 2015 08:05
No es sorpresa que la mujer comenzó a ganar terreno en el mundo del fútbol y la FIFA no podía quedar afuera de este avance social. En el último tiempo, tres mujeres se incorporaron al ente madre del fútbol mundial y tendrán voz y voto como el resto de los hombres del Comité Ejecutivo.
Estas son las mujeres que también tiran caños y gambetas.
Moya Dood, Lydia Nsekera y Bien-Aime, referentes femeninas en la FIFA
Lydia Nsekera fue la primer mujer en ser elegida como miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA. El 2012 no fue un año más. En el marco de la primera participación de una mujer en la elección de nuevos miembros, Nsekera recibió 95 votos y fue incorporada por un año.
Histórica: la primer mujer en ser dirigente de la FIFA.
En 2013 ganó las elecciones por un período de cuatro años y será recordada no sólo como la primer mujer en incorporarse a los escritorios de la FIFA sino en lograr un mandato tan extenso como el de un hombre. La presidente de la Asociación de Fútbol de Burundi había declarado tras asumir que su principal tarea iba a ser "inspirar a las mujeres a creer que pueden participar del fútbol”.
En su primera elección, Nsekera recibió 95 votos
Sonia Bien-Aime es integrante de la CONCACAF y se unió al Comité Ejecutivo de la FIFA como “miembro cooptado”. Tiene una larga trayectoria como dirigente de fútbol en las Islas Turcas y Caicos.
Sonia es dirigente del fútbol de las Islas Turcas y Caicos
Sonia es miembro pleno con derecho de voto en la FIFA y fue seleccionada por su buena administración en las finanzas del deporte en su país. Desde 2006 se desempeñó como Secretaria General del fútbol de su país.
"Nunca me hubiera imaginado, ni en un millón de años, que estaría trabajando en esta posición, sobre todo, no en este momento de mi vida", dijo.
Moya Dodd es una funcionaria del fútbol australiano y ex jugadora. Se desempeña como vice-presidente de la Confederación Asiática de Fútbol y ahora es miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA.
Dodd fue jugadora profesional de fútbol
Será miembro por un mandato de doce meses con posibilidad de extensión por cuatro más. “Voy a intentar trasladar la perspectiva del jugador al dirigente”, destacó. Entre sus funciones se ocupará de la mejora de las prácticas relativas a la manipulación de partido y el dopaje.
Ninguna de ellas hizo mención al gigantesco escándalo de corrupción que involucró a varios miembros de la FIFA.
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