Alberto Fernández presentó oficialmente hoy el proyecto de Organización y Competencia de la Justicia Federal que, entre otras cosas, unificará y duplicará los juzgados federales del fuero penal y designará a un consejo de notables para que asesoren al Poder Ejecutivo sobre el funcionamiento del sistema.

En el evento, el presidente estuvo acompañado justamente por los miembros de ese cuerpo de asesores: Carlos Beraldi, Inés Weinberg de Roca, Enrique Bacigalupo, Andrés Gil Domínguez, Gustavo Ferreyra, León Arslanian, Marisa Herrera, Hilda Kogan, Claudia Sbdar, María del Carmen Battaini y Omar Palermo.

Este grupo de juristas, especializados en distintas ramas del Derecho, aconsejarán al Presidente sobre aspectos clave del funcionamiento judicial, como la composición de la Corte Suprema, el funcionamiento del Consejo de la Magistratura o la implementación del sistema acusatorio.

"Que el sistema se adecue a la norma"

En la presentación del proyecto, Fernández aseguró que "la defensa del derecho reclama como indispensable que el sistema se adecué a la norma" y que "el Poder Judicial deba estar en manos dignas, no permeables a ninguna presión".

"Lo que estamos proponiendo hoy consolida una justicia independiente, regida por las mayores normas de transparencia, y que desarrolle los procesos con celeridad y eficiencia", subrayó.

El presidente también expresó que la principal meta de la reforma es "superar el hecho de que el poder decisorio se concentre en un reducido número de magistrados y magistradas, que tienen el poder de decidir en la totalidad de las causas con relevancia institucional".

En ese sentido, destacó que la iniciativa propone "organizar y mejor la justicia federal" y que "el poder decisorio no se concentre en poco magistrados", porque eso fue lo que llevó a que ese fuero "se politizara", los procesos "no se desarrollaran con eficacia" y se "manipularan los tiempos en función del clima político imperante".

Así, además de la designación del consejo asesor, los principales puntos de la reforma, -que, todo indica, podría ser enviada esta semana al Congreso para su análisis- tienen por objetivo mejorar el rendimiento del fuero federal, fusionando los 12 juzgados criminales con los 11 de penal económico y duplicando su número para dinamizar esta área judicial que se ocupa de los delitos complejos como narcotráfico, trata y corrupción.

También se transferirá a la Ciudad de Buenos Aires la competencia para juzgar delitos no federales y se buscará mejorar la justicia federal en el interior creando juzgados en las provincias con especialización por materias.

Paralelamente, se establecerá una serie de reglas de actuación para jueces y juezas federales, como mantener un trato equivalente con partes, representantes y abogados; evitar favoritismos y prejuicios, y garantizar trato digno e igualitario.