En plena pandemia de coronavirus, el Día del Niño fue un aliciente importante para los comercios de juguetes: las ventas para la fecha registraron un aumento del 1,3% en relación al 2019.

De acuerdo a un comunicado de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, gran parte de las ventas se dieron en el último tramo previo a la fecha especial.

Los descuentos, las cuotas con tarjetas y los programas que permitieron financiar las compras hasta en 18 cuotas empujaron también el repunte.

Según la CAIJ, el momento encontró lógicamente mejor posicionadas a las jugueterías que ya tenían previamente desarrollados sus canales de venta online. Paralelamente, en los últimos días se desaceleraron las ventas en localidades que retornaron a la Fase 1 de aislamiento en provincias del norte argentino.

Los canales de e-commerce fueron mejor instrumentados por cadenas de jugueterías, supermercados y casas de artículos para el hogar.

En ese sentido, la CAIJ remarcó que "los pequeños comercios, que explican casi el 40% del canal de ventas, tuvieron que reconfigurar la dinámica de su negocio y empezaron a vender por WhatsApp, instagram, la App EstoyCerca, de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba) y otras redes sociales".

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En relación a las ventas, la mayor participación fue del segmento primera infancia, con casi un quinto del total. Las muñecas y muñecos, los juguetes para utilizar al aire libre y los de deportes, los juegos de mesa y rompecabezas siguieron en rango de importancia.  

En las jugueterías donde los productos importados rondan el 80% del stock, el ticket promedio de compra fue de alrededor de 2800 pesos por unidad. Mientras tanto, en los comercios donde se ofrece un 50% de importados y el resto de nacionales, el ticket promedio por juguete fue de 650 pesos. 

El Ahora 12 al mando

El Programa Ahora 12, prorrogado y extendido a las ventas online, fue el modo de pago más utilizado: el 70% de las ventas se efectuó con tarjeta de crédito en cuotas. De acuerdo a la CAIJ, esto "favoreció la venta de juegos de mayor valor como triciclos, toboganes y hamacas de jardín".

"Fue un año difícil porque las fábricas permanecieron cerradas desde el 20 de marzo y pudieron abrir pocas semanas. Tras reiniciar actividades a mediados de julio, se empezó a producir utilizando la totalidad de la capacidad productiva con protocolos sanitarios, aunque no fue suficiente para recuperar las ventas que se perdieron ante la buena demanda de juguetes durante el aislamiento",, explicaron.

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En ese sentido, en este período básicamente se liquidaron los stocks que dejó la recesión iniciada en 2018, con una fuerte participación de productos importados.