En Boedo ya no se habla de goles ni de campeonatos. Ni siquiera se hace ni una sola mención a que el equipo comandado por Miguel Ángel Russo dio un contundente giro de 180° y pasó de pelear el descenso el año pasado al campeonato este 2025. En los pasillos de San Lorenzo retumban otras palabras: coimas, cheques rebotados, deudas millonarias, auditorías pendientes y escándalos políticos. El club atraviesa uno de los momentos institucionales más oscuros de su historia reciente, con su presidente, Marcelo Moretti, en el centro de una tormenta que amenaza con devorarse lo poco que queda de paz en el Ciclón y atenta directamente contra su gestión.

La bomba estalló con una cámara oculta demoledora. En el video, emitido por Canal 9, se ve al propio Moretti recibiendo un soborno de 25 mil dólares a cambio de fichar a un juvenil de las inferiores. La escena es grotesca y cruel: el presidente acepta el dinero de manos de la madre del chico, guarda los fajos de billetes en su saco y, sin pestañear, promete ficharlo. Una postal impune que desnuda un sistema corrupto, con la inocencia como moneda de cambio.
Pero el escándalo no se termina ahí. Los registros oficiales del Banco Central revelan que San Lorenzo emitió cheques sin fondos por casi 376 millones de pesos (exactamente $375.818.923,73) entre marzo y abril, es decir, unos 320 mil dólares ( dólares más, dólares menos) que el club no pudo cubrir. En apenas 50 días, las cuentas azulgranas se sumergieron aún más en el rojo, en medio de embargos, inhibiciones y ventas forzadas de juveniles para pagar sueldos.
Lejos de ofrecer respuestas, la dirigencia optó por el silencio. Allegados a Moretti advierten que las elocuentes imágenes dadas a conocer durante la noche del lunes por el periodista Tomás Méndez en el ciclo Telenueve Denuncia son engañosas y que "se trataría de una donación de la madre del chico para el club", pese a que no figura en los libros contables del club. Mientras tanto, el presidente del Ciclón mantiene su celular apagado y canceló una entrevista televisiva que tenía pactada para este martes.
La crisis financiera no es nueva: a comienzos de marzo, el club publicó los primeros resultados de una auditoría contable sobre la gestión anterior, prometida durante la campaña de Moretti. El informe fue lapidario: San Lorenzo arrastra una deuda superior a los 30 millones de dólares, con 183 juicios activos, embargos sistemáticos y una política económica que "obliga a vender juveniles por monedas" para sostener la estructura del fútbol profesional. Lo paradójico es que el propio Moretti formó parte de esa gestión anterior, encabezada primero por Matías Lammens y luego por Marcelo Tinelli, antes de que Horacio Arreceygor tomara el control.
Hoy, el presidente busca despegarse, pero la sombra de su participación anterior lo condena. ¿Cómo desligarse de lo que él mismo contribuyó a construir? Desde la oposición interna, voces como la de César Francis -tercero en las últimas elecciones- exigen transparencia total: "La auditoría debe ser pública, debe exponer las responsabilidades de todos, incluido Moretti", había escrito en aquella oportunidad a través de sus redes sociales. El reclamo es compartido por miles de socios que sienten que su club fue secuestrado por dirigentes inescrupulosos, incapaces de gestionar pero hábiles para el beneficio propio.
Ahora, con el video de Moretti -que incluye conversaciones telefónicas grabadas, cámaras ocultas, billetes en mano-, Francis fue mucho más duro: "¡Insostenible! Su gestión es patética, pero esto es INACEPTABLE. Moretti debe renunciar, ¡¡¡ya!!!". El escándalo comienza con un diálogo telefónico entre Moretti y la madre de un futbolista, desesperada por asegurarle un lugar en el club. La conversación no deja lugar a dudas: el presidente habla de "25.000 o 30.000 dólares" y acuerda con la mujer el pago en dos cuotas. La madre, en tono firme, le entrega una primera parte y promete la segunda en julio. Moretti, sin titubeos, responde: "Y la idea es que estén antes, para yo...".
Lo que sigue es una escena digna de una película de cine negro: una cámara oculta muestra el momento exacto en que la madre del futbolista le entrega a Moretti un fajo de billetes, presuntamente 20 mil dólares, en presencia del ahora ex funcionario nacional Francisco Sánchez Gamino, ex director de Estudios para el Desarrollo Nacional, recientemente echado tras conocerse su implicación en el escándalo. "Contalos", le pide la mujer al presidente del Ciclón. Pero Moretti no se inmuta: guarda el dinero directamente en el bolsillo interno de su saco sin contarlos. El entramado entre política, fútbol y corrupción ya no es una sospecha: es una certeza filmada.
Mientras tanto, el fútbol profesional parece haberse recuperado en medio del desmoronamiento: sin recursos, sin refuerzos, con un plantel diezmado y un cuerpo técnico que hace malabares, San Lorenzo pelea arriba, luego de batallar en el fondo de la tabla durante el 2024. Pese a esto, el equipo tampoco brilla y la gloria deportiva parece un recuerdo lejano. El "Vamos Ciclón" fue reemplazado por el "¿Hasta cuándo?". Desde el club prometen que los informes serán remitidos a la Comisión Directiva, la Comisión Fiscalizadora y el Tribunal de Ética y Disciplina. Además, resaltan que los abogados de Moretti saldrán a explicar lo ocurrido.
Pero el daño ya está hecho. En total, el "Cuervo" lleva rechazados 142 cheques por una suma de $1.837.956.141,55. San Lorenzo, gigante del fútbol argentino y emblema del barrio de Boedo, se convirtió en el escenario de una novela negra donde la corrupción pisa más fuerte que la pelota. En cada cheque sin fondo, en cada jugador vendido a precio vil, en cada madre que ruega por el futuro de su hijo, se refleja una institución saqueada por quienes juraron defenderla. Hoy, San Lorenzo no pelea campeonatos. Pelea por su dignidad.