Los empresarios Hugo y Mariano Jinkis, involucrados en el FIFAGATE, recibieron esta mañana una noticia que imaginaban: llegó al país el pedido de extradición para que sean llevados a los Estados Unidos a declarar en la causa que investiga los presuntos casos de corrupción en la FIFA.
Pero los empresarios, tal como anunció BigBang hace una semana, no quieren ser juzgados en los Estados Unidos y por eso rechazaron el pedido de extradición a través de sus abogados. Eso quiere decir que irán a juicio para definir si siguen en el país o se da curso a la extradición. La definición podría llevar varios meses.
A diferencia de Alejandro Burzaco, el otro argentino acusado de corrupción, los Jinkis no quieren ser extraditados. Hugo Jinkis es dueño de la empresa Full Play, que tiene los derechos de TV de la mayoría de las selecciones de Sudamérica y algunas de la Concacaf. Su hijo Mariano es vicepresidente de esa empresa.
Los Jinkis al momento de ser traslados por Interpol a Tribunales, hace más de un mes.
Los Jinkis, padre e hijo, fueron trasladados esta mañana por oficiales de Interpol al despacho del juez federal Claudio Bonadio, según confirmó Infobae. Luego de permanecer prófugos de la Justicia durante varias semanas, los Jinkis se presentaron a los tribunales y quedaron detenidos hace más de un mes. Sin embargo, a las horas fueron liberados tras pagar una fianza de 4 millones en el caso de Mariano, y 8 millones de pesos en el caso de Hugo.
El pedido de captura de Interpol con los datos de Hugo Jinkis.
Los Jinkis están acusados por la Justicia norteamericana de haber cometido los delitos de crimen organizado, lavado de dinero y fraude electrónico con los derechos de televisación de distintas selecciones de fútbol y torneos. Se sospecha que habrían pagado hasta 150 millones de dólares en sobornos.