por Matias Ayrala
27 Junio de 2021 08:00La pandemia de coronavirus continúa en todo el mundo. A excepción de algunos países que, de a poco, dan de baja las restricciones y se adaptan a la normalidad sin barbijos, ni distanciamiento. En tanto, Argentina se encuentra en una meseta muy alta debido a la cantidad de casos, que siempre superan los 20 mil contagios diarios.
En ese punto, la campaña de vacunación continúa en todos las provincias. Aunque surgen nuevas dudas. A la aparición de nuevas variantes en el planeta, se suman los estudios sobre la combinación de diferentes vacunas para dar por terminado los esquemas de inoculación contra el COVID-19.
Para despejar esas dudas, BigBang entrevistó a la doctora Miriam Rozenek, es médica infectóloga y geriatra, trabaja en el Hospital Italiano, en el servicio de Clínica, en la sección Geriatría, y es secretaria de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología.
-Estamos en una meseta muy alta de contagios y muertes, ¿por qué seguimos en una meseta muy alta? ¿sería conveniente tomar restricciones más duras?
-Yo no gestiono la pandemia. Soy una médica que trabaja con los pacientes y que está especialmente interesada en el tema vacunas y trabajo en eso. Pero no lo gestiono. Tampoco soy especialista en Salud Pública. Por lo cual, no podría decirte que la técnica de mejorar esto es el lock down o no. Lo que sí te puedo decir es que está muy claro que antes de la vacunación, la única posibilidad, al igual que en Siglo XVIII era el lock down. A eso sumamos el distanciamiento, el lavado de manos, etc. Hoy por hoy, si bien esas medidas son importantes, lo más importante es conseguir una vacunación masiva, de modo de lograr una inmunidad en la población tal, que la cantidad de virus circulante baje de manera importante, y por lo tanto, haya menos casos.
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-¿Cuál es el porcentaje de vacunados para lograr esa inmunidad?-Lo que se habla en general de la inmunidad de rebaño, que quiere decir que tenemos a tal cantidad de personas vacunadas, que haya muy poca chances de contagiarse y, por lo tanto, aún los no vacunados estén protegidos (si bien esto tiene también algunas excepciones). Para lograr eso, se necesita, como mínimo, un 70% de población vacunada.
-En cuanto a las vacunas, con la aparición de las nuevas variantes como la Delta o la Delta Plus, ¿en que varía la eficacia de las vacunas?
-Las variantes son errores. El virus tiraniza a la célula viva para que duplique su material genético. Pero en esa multiplicación, en esas nuevas copias, se producen errores. Este tipo de virus es ARN, es decir que su material genético está codificado en Ácido Ribonucleico. Estos virus tienen una capacidad de corrección de sus errores de duplicación. Entonces la generación de nuevos virus con estos errores es menor que en otros tipos de virus. Pero qué pasa... no es lo mismo si hacen 100 mil o 100 mil millones; en este último caso la posibilidad de que haya errores es mayor. Los nuevos virus generados tal vez les va mejor porque el virus tiene una capacidad diferente como infectar a otras poblaciones o ser más contagioso. Entonces al ocurrir esto, por la Teoría de Darwin, la supervivencia del más apto, ese nuevo virus que llamamos Variante de preocupación es el más apto para sobrevivir. Así se generan nuevas pequeñas diferencias de virus y algunas de estas son realmente muy preocupantes porque se pueden multiplicar más. A eso la OMS lo llamó Variantes de preocupación. Y de estas hay varias. La de India, Delta, es muy preocupante porque es mucho más contagiosa.
-¿Se sabe algo más de esa variante?
-Solo sabemos que es más contagiosa. No tenemos otro dato por ahora. Pero lo que sabemos con las vacunas es que van contra una proteína del virus que es la proteína S. Cuando el cambio genético de esa variante afecta mucho a esa proteína, podría suceder que las vacunas o alguna de las vacunas, no alcancen a generar una respuesta correcta, o sea, conseguir que no se contagie la gente o que aún contagiándose lograr que no se enferme gravemente. Ahora si nos hacemos la imagen de la vacuna como una llave y a la proteína como una cerradura, si yo modifico un poquito la cerradura, la llave no entra bien. Entonces el concepto es si las modificaciones del virus afectan la proteína S de una manera muy importante, es un riesgo real que las vacunas ya no actúen correctamente contra esa variante. Hoy por hoy, lo que tenemos en nuestro país por suerte, son tres variantes de preocupación (N. del R: hablamos del último informe del Consorcio País, quienes hacen la secuenciación del virus, de fin de mayo 2021). Por ahora sabemos que tenemos la Variante Manaos, la Andina, muy poco variante Río de Janeiro, y la de Gran Bretaña, llamada Kent. Todas esas responden muy bien a las vacunas.
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-En ese punto, la variante Delta no respondería a una sola dosis.
-Exacto. El problema con la Delta, en los pocos trabajos que hay publicados, es que la Delta no respondería en pacientes vacunados con una sola dosis. Razón por la cual es tan importante vacunar con las dos dosis.
-En cuanto a las dos dosis de vacunas, ¿es posible que se comiencen a aplicar vacunas de diferentes laboratorios? Es decir, ¿se podrían comenzar a aplicar primeras dosis de Sputnik V con segundas dosis de AstraZeneca o Sinopharm?
-Sí, es posible desde el punto de vista teórico y se está trabajando ya en el mundo en esa línea, pero todo lo que se haga debe estar científicamente avalado. En este momento, hay estudios en distintos países, como en España, en Reino Unido, en Canadá, en Austria, en Rusia y en Estados Unidos, entre otros, y hay tres que ya están publicados parcialmente. Uno es un estudio español que se llama CombiVacS, otro del Reino Unido que se llama ComCov y otro en Alemania que se hizo en trabajadores de la salud de un hospital de Berlín, y los tres demostraron que la combinación de las vacunas parecería ser promisoria. Y es lógico que con la falta de vacunas en el mundo entero, y no solo en nuestro país, es decir lo que están muy bien son los que producen vacunas. Quienes dependemos de otros no estamos muy bien y somos la mayoría. Entonces con la honrosa excepción de Israel que es un país chiquito y pudo vacunar rápidamente a toda la población y está un poquito distinto del resto del mundo. Pero en general todos los países estamos muy atrás con la vacunación. Mientras no tengamos las dos dosis, tenemos que pensar cómo hacer para conseguirlas. Entonces si yo no consigo la vacuna A es lícito pensar que si en otras vacunas se pueden intercambiar las marcas o plataformas, es muy probable que en estas también. Pero para dar vía libre a esa posibilidad, siempre hay que basarse en información científica y en estudios clínicos. Hay muchos ensayos clínicos en danza y probablemente, con lo que vamos viendo, es muy promisoria esa posibilidad.
-En cuanto a los niños y adolescentes, que en diferentes partes del mundo fueron vacunados, ¿es posible que se haga en nuestro país?
-Las vacunas que tenemos en nuestro país están aprobadas a partir de los 18 años por lo cual, eso hoy no es posible. Hasta que haya información científica que avale su uso en menores no podremos usarlas. La vacuna Pfizer es la única que se aprobó en mayores de 16 años porque los estudios clínicos se hicieron a partir de esa edad. Entonces obviamente, esa vacuna está aprobada, preparada y avalada para ser usada desde ese rango etario. Con el correr del tiempo, se vio que los menores también pueden enfermar y que los niños y adolescentes también contagian, y pueden enfermar por Covid, aunque no gravemente, y a partir de allí se plantea la posibilidad de utilizar la vacuna en personas más jóvenes. Se hicieron los estudios en personas de 12 a 15 años que funcionaron. Los resultados demostraron que andan bien. También se está probando la vacuna en niños en edad escolar. Cuando eso se apruebe, la vacunación en niños y adolescentes será una realidad. Por ahora es un proyecto que tiene su razón de ser y su lógica pero necesitamos aval científico, como para todo, para llevarlo adelante.