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Creer en Dios o reventar: 10 consejos de una monja de clausura para sobrevivir a la cuarentena

La religiosa pertenece a las Carmelitas Descalzas de Cádiz. 

26 Marzo de 2020 16:17
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En una España asolada por el coronavirus donde el total de contagios ya alcanzó los 56 mil y los muertos pasaron los 4000, una religiosa de clausura del convento de las Carmelitas Descalzas de Cádiz escribió una serie de recomendaciones para sobrellevar mejor el aislamiento obligatorio. 

Actitud de libertad

La interpretación que cada persona hace de la situación es muy importante, especialmente la conciencia de que el aislamiento no es una derrota. "Es verdad que las autoridades nos 'obligan' a estar en casa, tu libertad consiste en adherirte voluntariamente sabiendo que es por un bien superior. Libre es el que tiene la capacidad de asumir la situación porque quiere hacer lo correcto. No estás encerrado en casa, has optado por permanecer ahí 'libremente'", expresa la religiosa. 

Buscar la paz donde se ensanche el alma

"El más amplio espacio para expandirte y ser feliz está en tu corazón, no necesitas espacios externos sino andar con holgura en tu propio mundo", aconseja sugiriendo darle espacio a la creatividad, las inspiraciones y las formas de construir belleza ya que "la vida es creación de más vida".

No descuidarse y trabajar

La concentración y el autoconocimiento son claves, así como las formas de afrontar las emociones y pensamientos, y de gestionar los sentidos y pasiones. "Obsérvate y domínate, porque si te dejas llevar del miedo, la tristeza o la apatía, difícilmente cortarás el hilo ya que no hay muchas evasiones. Disciplina sobre tu corazón: cuando algún pensamiento no te haga bien, deséchalo", advierte la monja.

Amar

"Ante la crisis por la pandemia estamos más susceptibles e incluso irritables. Tendrás que ser muy paciente y usar mucho el sentido común. Somos diversos, cada quien tiene una sensibilidad diferente por miles de circunstancias. Acepta y respeta las opiniones y sentimientos de los demás", subraya agregando que hay que dejar de lado la tendencia a querer controlar todo. "Desde el amor sacarás comprensión y empatía, ganas de dar y agradecimiento al recibir. Respeta, acoge la fragilidad, desdramatiza, vive y deja vivir". 

No "matar el tiempo". 

No es recomendable pasar el tiempo inútilmente sino diseñar un plan e intentar vivirlo con disciplina, aprovechando el descanso para actividades que relajen o estimulen el buen ánimo. "Aunque un guiso te tome dos horas, disfruta haciéndolo, pero empéñate en que las cosas que haces, por sencillas que sean, tengan valor y una finalidad", agrega la religiosa. 

Ensanchar las fronteras propias

Lecturas pendientes, nuevos artistas musicales o géneros por descubrir, aprendizaje sobre culturas y lenguajes nuevos, todos son buenos caminos y la Internet es aliada en estas metas. "No te conformes con lo que ya conoces y sabes, ahora que hay oportunidad ábrete a novedades que te aporten sabiduría y te llenen de alegría", subraya.

Prestar atención a las sensibilidades profundas

"Hay que ser selectivos con lo que recibimos desde fuera para evitar entrar en círculos viciosos que nos atrapen en la desesperación o nos hagan perder el control. Evitad en la medida de lo posible: conversaciones de tipo pesimista, discusiones, malas caras, exceso de información, películas de terror o intriga, o desorden dentro de casa", advierte la monja recomendando evitar el exceso de pantallas, y animarse a reír y bailar.

No estamos realmente aislados

El amor y cariño de familiares y allegados sigue allí a pesar de la distancia y es hora de cultivarlo a niveles profundos. "Habla con los que tienes en casa con tranquilidad, sin prisas, escúchales hasta que terminen, deja que el diálogo haga crecer la confianza y las confidencias construyan complicidad. Dí lo que nunca tienes tiempo de decir, cuenta lo que siempre has querido contar, habla de todo y nada pero con cariño, que es lo que llega al alma y hace nido", recomienda. 

No huir del silencio y la soledad

Es importante crear espacios de "oxigenación" individual para reflexionar y meditar sobre si en la vida cotidiana estamos poniendo el acento en las que importan.

Rezar

Por supuesto, viniendo desde una religiosa el consejo de orar era inevitable. "Si te dejaste la relación con Dios en el trajecito de marinero de tu primera comunión o en ese bonito vestido blanco, vuelve a intentarlo, ahora hay tiempo y serenidad para conversar con Él. Tal vez no crees porque no has probado ¿Y si lo intentas?", se pregunta.
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