Big Bang! News
Más

Crisis en Garbarino: 3.800 despidos, 9 meses sin cobrar y un plan para hacerlo en "125 años"

Los trabajadores fueron abandonados por el Sindicato de Comercio, el Ministerio de Trabajo y hasta lo que les prometió Alberto Fernández no se cumplió.

por Agustín López Paunero

11 Febrero de 2023 08:00
trabajadores-garbarino-lucha-01
trabajadores-garbarino-lucha-01

La realidad de las familias de los más de 3.800 trabajadores despedidos de la cadena de electrodomésticos Garbarino es una incertidumbre total. Tras nueve meses sin cobrar su salario -en marzo de 2021 fue la última vez-, la patronal representada por el empresario Carlos Rosales no tiene un plan para pagarles ni eso ni las indemnizaciones correspondientes. En la última reunión que tuvieron, ofreció ponerse al día con los proveedores a través de la venta de dos fábricas del sur, y con eso abrir de dos a tres sucursales por mes, pero se mantuvo en su pedido anterior en cuanto a sus ex empleados: necesita 1500 meses para responder. Es decir....125 años.

Según contó a BigBang Gabriel Eduardo Yapura, representante votado y elegido por más del 95 por ciento de sus compañeros de Trabajadores de Garbarino en Lucha, el conflicto comenzó a partir de 2019 cuando comenzaron a presentarse problemas de abastecimiento y que a partir de allí los hermanos Daniel y Omar Garbarino pusieron en venta la firma. "Nosotros entendemos que se le vendió a Carlos Rosales por miedo a que ingrese Camioneros a la empresa. Se hizo cargo de toda la deuda y empezó un pequeño resurgimiento, pero después cada vez íbamos peor, con sucursales cerradas", relató el delegado.

Yapura fue vendedor de la cadena durante 15 años y se desempeñaba en una sede de Escobar. "No se pudo bancar toda la estructura. En marzo 2021 fue el último pago de haberes, justo un mes boom en términos de ventas. Aparentemente, según Rosales, eso no alcanzó. En abril de 2021 ya no cobrábamos más. Y crecieron los inconvenientes de falta de mercaderías", detalló.

"A medida que pasaban los meses y nosotros no cobrábamos, nos enteramos que no hacían aportes ni pagaban ART. Íbamos a trabajar con miedo porque estábamos en medio de la pandemia", explicó el representante. "Nosotros queríamos salvar, como trabajadores, el barco que se estaba hundiendo", aseguró.

Yapura es uno de los presentes en las reuniones con el juez que interviene en la causa de la quiebra, Fernando D'alesandro, a las que concurren también Rosales y sus abogados. La última fue el 13 de diciembre y allí fue que presentaron el plan para vender las fábricas Tecnosur y Digital Fueguina, y recibir con eso unos seis millones de dólares para ponerse al día con las marcas. Antes habían enviado el macabro pedido de "125 años" para poder ponerse al día con la deuda que tienen con quienes fueran sus empleados.

El gremialista recordó que ese día hicimos una marcha en la cual fueron acompañados por las organizaciones de izquierda y los sindicatos combativos como el SUTNA. "Fuimos con la expectativa de que nos íbamos a llevar algo más concreto sobre cuándo cobramos", confesó.

"Rosales en todos los lugares que estuvo hizo desastres", aseguró el delegado, sustentando la fama de vaciador que tiene ante los ojos de los despedidos. Aunque no es el único enemigo con el que se encontraron durante esta pelea que están dando. Yapura destacó que cuando comenzaron sus primeras acciones gremiales no contaban con el apoyo del Sindicato de Comercio, salvo por algunos delegados.

Trabajadores de Garbarino cortaron el Puente Pueyrredón: la estafa de la empresa y la inacción del Gobierno

"Nosotros nos movilizamos por los compañeros que no pueden hacerlo y si nos enteramos que están tomando en empresas avisamos para que manden CV, porque tenemos claro que el Ministerio nunca nos ayudó, que el Sindicato - con Armando Cavalieri a la cabeza- fue quien nos traicionó y nos acuchilló por la espalda. Y obviamente la empresa, que traicionó al trabajador que hizo grande a esa empresa. La situación hoy es terrible", retrató.

También llegó a su memoria que hasta tuvieron promesas incumplidas por parte de lo más alto de la política nacional. "En octubre hicimos una marcha a Plaza de Mayo y ahí pudimos hablar con Alberto Fernández. Nos prometió que no íbamos a perder los puestos de trabajo y un mes después estábamos reunidos con (el ex ministro de Producción Matías) Kulfas y recibimos alrededor de 1.800 cartas de despido. O sea que, luego de un mes solamente, su palabra quedó solamente en promesas", señaló.

"Nosotros tocamos todas las puertas, desde el Ministerio de Trabajo, el Sindicato para que busque un arreglo, pero nadie escuchó la voz del trabajador pidiendo mantener la fuente de trabajo", afirmó Yapura. "Hay muchos que todavía no pudieron conseguir trabajo, ya sea por la edad o por enfermedades preexistentes que se ganaron en Garbarino. Y también está sucediendo algo inédito: estábamos recibiendo cartas de intimación en la cual nos exigen pagar cuotas que debemos de electrodomésticos porque sino te ponen en el Veraz. Muchos no pudieron conseguir trabajo en otras cadenas por eso", reclamó.

La última novedad que tuvieron fueron las 300 cartas de despido que llegaron hace una semana, que eran para todos los trabajadores que seguían en nómina, que habían aceptado el retiro voluntario por 24 cuotas. "La realidad es que muchos de los que lo aceptaron, sólo recibieron un pago, o ninguno, o directamente no pudieron firmar. El resto todavía no pudo cobrar. En estos despidos alegaron que no teníamos voluntad de trabajo, siendo que no hay lugar de trabajo. Las sucursales fueron cerrando una por una y no hay lugar para ir. Nosotros contestamos y estamos a la espera de la contestación de Garbarino", indicó Yapura. 

¿Alguno de ustedes cobró alguna indemnización?

- Lo que estamos cobrando, en este momento, en realidad no es nada. Nuestras indemnizaciones y nuestros nueve meses de sueldo todavía no han sido pagados. Lo que nosotros estamos recibiendo es un adelanto a través del Pronto Pago, que son en algunos casos 100 pesos y en otros 1.000. Y otros no están en condiciones de cobrar. Eso se debe a que solamente hay cuatro sucursales abiertas, más internet. Y solamente se toma el 3 por ciento de la facturación general. Cabe aclarar que Garbarino nos echa con el artículo 247, que sería fuerza mayor, lo que significa la reducción de nuestros sueldos e indemnizaciones al 50 por ciento.

¿Cómo se produjo el vaciamiento?

- Comenzó más atrás con los hermanos Garbarino, porque hay documentos en la Justicia, los Panamá Papers donde aparecen ellos con más de 56 millones de dólares afuera. Empieza ahí. Después, lo que hizo Rosales luego de comprar la empresa, que dejó de pagar luz, internet, e iban cortando los servicios por dejar las sucursales inoperantes. A mí me tocó en octubre, que en Escobar nos cortaron y ya no teníamos sistema para facturar. Hacíamos todo en efectivo porque no podíamos usar tarjetas. Después, al final se hizo imposible y se desistió de esto. El vaciamiento fue a ojos de todos, fue paulatino. Hicimos 37 audiencias en el Ministerio de Trabajo con el Gobierno, la patronal y el Sindicato. Todas lo mismo, hasta que terminamos todos despedidos. Desde que entró Rosales dejó de pagar todo. No pagó nada.

Garbarino, al borde del KO: desabastecimiento, incumplimientos y estafas

Un despedido falleció recientemente y estuvieron haciendo una colecta para ayudar a su familia, ¿cómo sigue todo? 

- Sí, hace unas semanas lamentablemente murió nuestro compañero Cristián Rodríguez de un ACV. No podía conseguir trabajo porque seguía en nómina de Garbarino, pero no cobraba sueldo. Lamentablemente fue todo debido a esta circunstancia que tuvo que pasar como cabeza de familia y como padre. A través de Trabajadores de Garbarino en Lucha nos acercamos a la familia, les trasladamos toda nuestra solidaridad y nos pusimos a disposición. Después se trató de hablar este tema en el grupo, ya lo habíamos hecho por el compañero que habíamos perdido en Salta, Cristian Oyola, que decidió quitarse la vida. circunstancias que por ahí uno dice 'bueno, no es culpa de Garbarino', pero al no tener trabajo cambió su vida. 

¿Las ventas de las fábricas podrían beneficiarlos?

- Esto todavía no se vio. No entró ningún pedido escrito para la venta, como se había hablado. Entendemos que eso no iba a alcanzar, pero con esa plata tenía pensado primero eso y luego tratar de abrir dos a tres sucursales por mes, llegando a 30 en Capital, para tratar de tener más bocas de venta. Las dos fábricas serían las joyas de la abuela que tienen y es lo que estamos cuidando porque con la venta de esas empresas es lo único con lo que podemos llegar a cobrar algo.

¿Qué respuesta encontraron de la Justicia?

- La respuesta que tuvimos hasta ahora de la Justicia es nada. Seguimos con nuestra lucha. Hace un año y tres meses que estamos peleando por cobrar lo que hemos trabajado en esa empresa que hicimos grande. Y sin embargo hemos terminado todos despedidos. Estamos esperando que, calculamos que será a fines de febrero o principios de marzo, que el juez determine los créditos laborales.

Ahí va a decir qué es lo que realmente tenemos para cobrar. Hay que tomar en cuenta que a nosotros nos despiden con el artículo 247, que sería el 50 por ciento. Nosotros vamos por todo con nuestros abogados pidiendo lo que corresponda. Siendo que a nosotros nos despidieron en plena pandemia, con la doble indemnización y sin un peso.

La Justicia, por ahora, con nosotros no se ha portado nada bien. De hecho no tenemos justicia hasta el día de hoy. Aquí lamentablemente la Justicia Laboral es lenta, o bien hay justicia para pobres y ricos, y también hay una justicia para los trabajadores y otra para los empresarios.

¿Cuál es su objetivo final?

- Queremos recuperar lo que hemos perdido, por nuestras familias y por la gran familia que componemos los trabajadores de Garbarino. Uno pelea por los que están lejos, los que no pueden venir a las marchas. La Justicia es lenta y nosotros necesitamos con rapidez tener una solución. Ya perdimos ocho compañeros y no queremos perder más. Hay muchos que están muy mal. Con ganas de seguir peleándola porque sabemos que los compañeros están sin trabajo. Como trabajadores sentimos que fuimos vendidos por nuestro sindicato.

10