por Alejo Paredes
06 Enero de 2017 19:00
?? Lubrico con mi saliva te mojo con mi
saliva lo hago mejor penetro mejor.
Esos gemidos dulces son un lenguaje extraño
empiezo a escupirte, empiezo a patearte
mientras mi orín te moja, me estoy obsesionando
gime como una mula, gime como un caballo. ??
(Extracto de "69", canción de El Otro Yo)
Estas, como tantos otros polémicos dichos, son las palabras que decoran una de las canciones escritas por Cristian Aldana, el vocalista de El Otro Yo, acusado de haber cometido siete casos de abuso sexual, por lo que quedó procesado con prisión preventiva y embargado por 2.500.000 pesos.
Como esta canción, cuyo nombre es “69”, la banda que lidera Aldana tiene varias. muchas hablan de sexo, y el contexto que el músico vive actualmente, las letras pueden llegar a reconfigurarse.
Por esta razón, BigBang se comunicó con el psiquiatra forense y médico legista Enrique De Rosa, para tratar de entender qué pudo pasar por la mente del ídolo musical cuando compuso sus canciones.
Según el especialista, la poética de Aldana forma parte de “un ritual” de iniciacion para captar la atención de las más jóvenes y comenzar con el sometimiento. “Expone la obscenidad, demuestra lo que va a hacer y no lo mantiene oculto, es particularmente excitante para Aldana. A él le excita mucho más que todo sea evidente", señaló.
Aldana, abusando de su poder, vestido de monja en una de las protestas en su contra.
En este contexto, De Rosa manifestó que el vocalista escoge a las víctimas a través de sus canciones. "Tiene la fantasía de que en algún sentido sean propiciatorias, es decir, que sean ellas las que atraigan al victimario”, sostuvo. Según las víctimas, Aldana utilizaba su faceta de ídolo para convencer a menores de 13 o 14 años de tener sexo con él.
Aldana, el cantante que supuestamente gozaba con el poder
“En general la constante de este tipo de sujetos, los que cometen abuso sexual infantil, son personas cuyo máximo goce, el cual obviamente es perverso, es el poder”, aclaró el especialista. Para el médico legista, el sometimiento en el desbalance de poder era la principal causa de “excitación” del cantante, que está detenido desde hace 15 días.
El psiquiatra forense y médico legista, Enrique De Rosa.
“Eso es lo que más les excita. Ellos pueden someter y lo que más buscan es la vulnerabilidad. Los provoca que puedan dominar a sus víctimas, como si fuesen un perrito al cual le partió la pierna y después viene y le lame la mano”, detalló.
El líder de El Otro yo fue procesado por abuso sexual agravado por mediar acceso carnal y gravemente ultrajante.
En ese sentido, De Rosa lo compara con las orgías que llevaba a cabo Pablo Escobar Gaviria, en la cual participaban menores de edad, quienes a su vez tenían que ser vírgenes. “El no participaba y disfrutaba ver como sufrían la perdida de inocencia porque él después se iba al parque con su familia, la cual era de una pureza ejemplar”, relató.
Y continuó: “El goce era ver cómo había destruido algo, tenía la mierda que él generaba por un lado y por el otro lo radiante y puro que era su familia”. De esta manera, el psiquiatra señaló que Aldana habría buscado establecer un desbalance de poder y lo que supuestamente lo excitaría es hacer eso: “Si a la víctima no le gustaba tal cosa, eso era lo que le hacía, ya que le daba más poder”.
Cómo se pueden evitar estos casos
Enrique De Rosa explicó que el cantante tendría la sensación “del cazador pasivo”: tiende la red, espera tranquilo, cae la víctima y solamente se mueve para disfrutar de su presa. Para el experto, las denuncias no sirven para nada si no se emplea detrás un trabajo serio de investigación.
“En vez de pensar en las denuncias, habría que hacer un trabajo serio. Es igual que con los femicidios, se siguen denunciando pero no se los estudia. Hay que hacer una investigación técnica por detrás, hay que ver cómo actúa, qué hace, cuáles son las señales de identificación”, dijo.
Charlie, Felicitas y Ariell, tres de las jovenes que fueron abusadas por Aldana.
Por otro lado, manifestó que las letras de las canciones que aluden a sometimiento infantil deberían estar prohibidas. “Alguien debería llamar a esta clase de sujetos y decirles que no se puede hacer apología del abuso infantil. Muchos seguidores pueden imitarlo con el tiempo”, concluyó muy preocupado.
