A través de un escrito presentado por su abogado Carlos Beraldi, Cristina Fernández de Kirchner pidió que se eleve a juicio el expediente de la causa de los cuadernos. Allí también describió una serie de irregularidades que se habrían cometido en el proceso.
Así, entre otras maniobras ilegales, el texto enumera aprietes a supuestos arrepentidos, declaraciones direccionadas, pruebas que se quemaron y violación de garantías constitucionales.
Son esas irregularidades, justamente, las que Fernández de Kirchner quiere dirimir frente a un tribunal en el juicio oral. Para Beraldi, "frente a la ausencia manifiesta de un órgano jurisdiccional que en esta instancia pueda reparar todas estas ilicitudes, resulta imprescindible que las actuaciones transiten hacia la próxima etapa procesal".
En el texto, el letrado recordó que la causa tuvo como punto de partida un elemento de prueba (los cuadernos del chofer Oscar Centeno) obtenido "por medios ilegales" que luego fue destruido por el mismo testigo.
Además, Beraldi aseguró que las confesiones hechas en el marco de la causa fueron obtenidas utilizando la ley del arrepentido como "método coactivo" y sin que fueran registradas audiovisualmente a pesar de que el artículo 6 de tal legislación así lo requiere.
El abogado remarcó que "se realizaron detenciones arbitrarias a mansalva" y que "decenas de imputados fueron colocados ante la siguiente disyuntiva: o reconocían la comisión de supuestos delitos, vinculando a la ex presidente de la Nación con los mismos, o serían privados de su libertad por un lapso indefinido".