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¿Cuál fue la romántica promesa que le hizo Borges a Kodama en su lecho de muerte?

Antes de morir, el escritor le hizo un pedido especial a la mujer que lo acompañó los últimos años de su vida.

15 Agosto de 2016 14:07
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Aunque acompañó a Jorge Luis Borges durante más de dos décadas, María Kodama respetó el hermetismo con el que el escritor preservó su intimidad durante su vida. Sin embargo, en una reciente entrevista, la segunda mujer del también poeta reveló el insólito pedido que le hizo su marido antes de morir en 1986.

María Kodama

Kodama cuestionó la creencia religiosa de Borges.

“Un día me dijo: 'prometámonos que si reencarnamos vamos a encontrarnos'. Entonces le dije: 'Sí, Borges, se lo prometo, pero tengo que avisarle que en la próxima vida seré científica'. Y él me dijo: 'No me diga eso, porque quiero volver a ser escritor'”, recordó Kodama.

Kodama conoció a Borges cuando tenía 16 años en una sesión de estudios literarios.

Las declaraciones llamaron la atención de los seguidores de Borges, conocido por ser agnóstico. “Él tenía una gran curiosidad respecto de ese momento (por la muerte), porque decía que por fin iba a saber qué es lo que pasaba realmente. 'No sabemos nada', decía. Él era agnóstico -reconoció-, pero pensaba que veníamos de vidas anteriores”.

La pareja se casó en abril de 1986, dos meses antes de la muerte del escritor.

La contradictoria postura de Borges era, para Kodama, “patética”. “El agnóstico traza un camino paralelo a Dios tratando de encontrarlo por el único medio que nunca va a poder encontrarlo, lo cual es patético. Para el que cree, Dios existe y punto, con las dudas que eso conlleva. El ateo dice: 'Dios no existe'”.

La contundencia de su postura generó más de un intercambio con Borges. “Él me decía: 'Si es un camino paralelo, nunca nos reencontraremos'. Y le decía: 'Sí, porque al final dicen que en el infinito las paralelas se unen, entonces nos uniremos con esa energía, luz y fuerza'”.

El escritor mantenía una relación muy estrecha con su madre, Leonor Acevedo Suárez.

Kodama conoció al escritor cuando tenía sólo 16 años, pero formalizaron su relación recién dos décadas después cuando murió la madre del poeta, con quien mantenía un lazo muy fuerte. “Más que acompañarlo es el amor de mi vida, sino no haría todo lo que hago”, advirtió en alusión a la presentación de “Homenaje a Borges”, un libro que recopila algunas de las conferencias brindadas estos últimos 30 años por Kodama sobre la obra del autor en diversas universidades.

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