"Te merecés algo mejor", "Creo que lo nuestro no va más" o "No es tu culpa", son algunos de los justificativos que tanto hombres como mujeres utilizan para cortar sus relaciones. Pero, por qué los jóvenes tienden a tirar por la borda una relación ante las primeras crisis.
El portal Genial.Guru propuso una respuesta a este fenómeno. El psicólogo estadounidense Jed Diamond, luego de más de 40 años de investigación, afirma que casi todo el mundo "conoce al amor de su vida". Sin embargo, para explicar los ciclos del amor, elaboró un teoría que está compuesta de 5 etapas: la mayoría de las personas se estancan en la tercera.
1 - Enamoramiento
Durante la primera etapa, la pareja se encuentra extaseada de hormonas de felicidad. Además de ser la etapa durante la que se tiene más sexo, la otra persona se convierte en un ser que no tiene ningún defecto. Se ilustra en el otro el falso concepto de "perfecto".
Al principio, todo es color de rosas.
2 - La madurez
El conocimiento de la pareja es mucho más profundo, es una etapa de unión y alegría. Es probable que durante este tiempo se tengan hijos o se inicie una convivencia. Se reafirma aún más la idea de que se encontró el "amor para toda la vida".
3 - Decepción
Es la etapa donde no solo la pareja puede llegar a su fín, sino también donde las personas se destruyen. La pasión se apaga un poco, comienzan las crisis y te irrita demasiado todas las actitudes de la otra persona. Se llega a pensar: "Me confundí, nunca fue él/ella". Comienza a circular la idea de: "Antes era más feliz".
Siempre cuesta superar una crisis
4 - Adiós a la crisis y bienvenido el amor real
Si se logra superar la tercera etapa, frente a tí no queda la persona que te imaginabas y que siempre quisiste tener a tu lado, sino una persona real. Uno termina por aceptar al otro tal cual es, con sus defectos y virtudes. Se sienten plenos el uno al otro: llegamos a la etapa del amor real.
Una vez que se superan las crisis, aparece el "verdadero amor".
5 - El mundo para dos
Una vez que se superan las diferencias, y se acepta al otro tal cual es, la relación pasa a ser mucho más profunda y fuerte. Los dos cuidan su mundo y saben que solo ellos tienen el poder de cambiarlo. No solo viven juntos, sino que viven juntos por un propósito. Se empieza a trabajar y pensar como uno. Al superar todas estas etapas, estamos en condiciones de decir: "Es el amor de mi vida".