21 Junio de 2021 11:17
En abril del año pasado la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) alertó sobre las consecuencias psicológicas que tenía la cuarentena como consecuencia de la pandemia del coronavirus (Covid-19) en los menores. En julio volvió a hacer público su reclamo. En septiembre se subió al pedido de que se retorne con un grado de presencialidad a las clases. Luego fue una de las abanderas justamente de la defensa de la presencialidad sosteniendo que las clases no impactaban en los contagios, y tampoco la movilidad por la misma, tal y como luego remarcaría también la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud de Reino Unido, entre otros.
Ahora, luego de recibir varias críticas por todo lo anterior por parte de diferentes científicos y analistas de datos cercanos a la administración de Alberto Fernández, la organización emitió hoy un comunicado en donde alertó por la creciente cantidad de casos de bulimia y anorexia en los jóvenes de entre 10 y 24 años como consecuencia del estrés producido por las restricciones que conlleva la pandemia del Covid-19.
“La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) expresaron su preocupación por un aumento de los casos de bulimia y anorexia en los jóvenes, generados por la situación de ansiedad a causa del aislamiento y el encierro de la pandemia”, comienza el comunicado al que tuvo acceso este medio.
En concreto en el informe que realizaron desde la SAP 1 de cada 3 mujeres presentó algún tipo de trastorno, o principio del mismo, relacionado con un cuadro de bulimia o anorexia de diferente gravedad. El número surge del relevamiento de consultas que realizaron desde que comenzaron a levantarse las restricciones a partir de octubre del año pasado. En ese marco, los especialistas de la organización notaron un aumento en la cantidad de patologías asociadas a esos dos trastornos y comenzaron a buscar entender los motivos del fenómeno.
“Si tomamos el rango que va de los 10 a los 24 años, segmento en el que históricamente se registra una prevalencia en mujeres del 1% para anorexia y del 3% para bulimia, notamos que la situación producida por la pandemia, principalmente la cuarentena con etapas prolongadas de restricciones en la circulación y de aislamiento social, han repercutido en los comportamientos y en el acceso al sistema de salud en estadios iniciales de presentación, sobre todo en aquellos jóvenes más vulnerables”, afirmó la Alejandra Ariovich, médica pediatra especializada en Salud Integral en la Adolescencia, miembro del Comité de Estudio Permanente del Adolescente (CEPA) de la SAP.
Desde finales del año 2020, con la apertura paulatina de las actividades sociales y el mejor acceso a los servicios de salud, se han acercado a la consulta una gran proporción de jóvenes y adolescentes con diferentes patologías en estados avanzados y de gravedad creciente. Los desórdenes mentales y entre ellos los trastornos de la conducta alimentaria, han representado un gran desafío por el gran compromiso observado en la salud física.
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La anorexia se caracteriza clínicamente por el déficit nutricional producido por una restricción en la ingesta de alimentos, con miedo intenso a la ganancia de peso y una alteración manifiesta de la imagen corporal. Mientras que la bulimia se presenta con atracones reiterados asociados a mecanismos compensatorios como purgas o ayunos prolongados, mantenidos en el tiempo, siempre con una alteración en la autopercepción de la imagen corporal. Ambas entidades se producen con una amplia variabilidad clínica que no se ajusta estrictamente a las definiciones establecidas.