La discriminación es un mal de estos tiempos, que se da en todos los ámbitos y de las formas más variadas. El nivel socioeconómico, el aspecto físico y la condición de “migrante” son las principales causas por las que cuatro de cada diez ciudadanos que viven o trabajan en la ciudad de Buenos Aires dicen ser segregados, según un informe del INADI presentado este jueves.
Pedro Mouratian, titular del Inadi, junto a Cristina Kirchner.
Las cifras surgen de la segunda edición del Mapa de la Discriminación elaborado por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo conjuntamente con 27 universidades nacionales.
Un 39 por ciento de los consultados (la muestra abarcó 14.800 casos) dijo haber experimentado discriminación “por ser migrante”, un 15 por ciento más de los que expresaron esa vivencia a nivel nacional.
Las hinchadas de fútbol suelen dedicar cantos xenófobos a la comunidad boliviana.
El texto sostiene que “existe una tendencia a extranjerizar, es decir, a identificar como extranjeros a argentinos por su aspecto físico, color de piel y costumbres, entre otras características.
En total, casi el 80 por ciento de los porteños -el 54 por ciento en primera persona- experimentó algún tipo de discriminación.
La investigación revela importantes diferencias entre casos presenciados y sufridos en primera persona, según sean habitantes de la zona norte o sur de la ciudad.
El mayor impacto se da en el sur porteño, donde la discriminación “por ser migrante” representa el 46 por ciento de las personas discriminadas, contra el 35 por ciento del norte.
La condición de "migrante”, la principal causa de discriminación en Buenos Aires.
Esa diferencia -siempre a favor de los barrios del sur- fue del 20 contra el 15 respecto al nivel económico y del 19 contra el 14 por el aspecto físico.
Del informe también se desprende que la gran mayoría de los porteños considera a la discriminación “como un problema social importante, que afecta especialmente a personas pobres, migrantes y con sobrepeso u obesidad”, y que tienen lugar “principalmente en boliches, la vía pública y comisarías”.
La discriminación por obesidad se da mayormente en las escuelas.
Esa percepción sobre los niveles de discriminación en todos los ámbitos “es mayor entre los habitantes de la zona sur, sobre todo en hospitales, oficinas públicas y el poder judicial”.
Asimismo, la discriminación detectada en los barrios del sur tiene en los medios de transporte y el ámbito laboral el mayor impacto, mientras que en el norte se registran más casos en la educación.
En los barrios del sur, la segregación se da fundamentalmente en los medios de transporte.
Además del “racismo estructural”, el informe muestra otras particularidades que tienen que ver con la religión en la vía pública, la condición de mujer en el ámbito laboral, la obesidad en las escuelas, la discapacidad y la edad en instituciones públicas.