"¡Este nos robó!", arenga el hombre calvo y musculoso y le hace los cuernitos a Zannini mientras se saca una selfie. Luego le grita ladrón e inicia un cántico al que se suman el resto de los pasajeros del avión que anoche fue hacia Miami y pide "que lo bajen". Esas imágenes se viralizaron y el entusiasta escrachador resultó ser Claudio Palumbo, un reconocido personaje de Mar del Plata que llegó a ser custodio de Maradona y del Indio Solari.
"Es raro, pensar que Palumbo custodió a políticos K en actos y ahora lo escracha", dice un deportista marplatense que lo conoce bien y quedó sorprendido al ver el video en que Palumbo se burla del ex candidato a vicepresidente del Frente para la Victoria y hombre fuerte del kirchnerismo, Carlos Zannini, en el vuelo AA900 de American Airlines.
Otra imagen del escrache en el avión.
Palumbo es instructor de jiu jitsu, un arte marcial que suele ejecutarse en el suelo con llaves y tomas especiales, y llegó a ser campeón del mundo. Pero su mayor fuente de ingresos no fue la enseñanza y las medallas. El luchador creó una empresa de seguridad privada que trabajó en eventos artísticos y actos políticos. "Soy una marca registrada", dijo una vez.
"Soy una marca registrada
Sus hombres, tan musculosos e impiadosos como él, se "destacaron", en especial, en medio de los incidentes que en 1999 generó el recital en Mar del Plata de Patricio Rey y los Redonditos de Ricota. Palumbo se ocupó de custodiar al Indio. "Rebotaban como pelotas", dijo a un allegado sobre aquel día violento en que la Policía reprimió a los ricoteros con balas de goma y gases lacrimógenos.
El Indio Solari y la famosa conferencia en Olavarría. Allí fue custodiado por Palumbo.
Custodio de Maradona
Los hombres de Palumbo golpearon a los fans más violentos mientras él seguía a sol y sombra a Indio Solari. También le cuidó las espaldas a Diego Maradona en los viajes esporádicos pero intensos que El Diez hacía a esa ciudad.
Palumbo junto a uno de sus discípulos.
En su gimnasio de Mar del Plata, las paredes están decoradas con fotos suyas levantando trofeos y recortes de diario en los que anuncia viajes a los Estados Unidos para pelear por el título mundial de Jiu Jitsu o habla de sus rivales.
Palumbo custodiaba los boliches marplatenses.
Hubo un tiempo en que Palumbo solía ser visto en la puerta del mítico boliche Sobremonte, en la avenida Constitución de Mar del Plata. Por allí desfilaban famosos que iban al vip acompañados por él: desde las vedettes del momento hasta Charly García, que hasta hace diez años acostumbraba a tocar en boliches. No son pocos los que recuerdan noches de borrachera que eran cortadas abruptamente por Palumbo. A más de uno le quedó el recuerdo de un sopapo o una piña al estómago, los métodos que el karateca usaba para calmar a las fieras.
Palumbo, en uno de sus viajes.
"Las artes marciales me cambiaron la vida, siento una paz interior que trasciende todo", dijo una vez antes de participar de un torneo. Al menos más de cien jóvenes y adolescentes toman sus clases y participan de los torneos bajo su tutela.
Diego y Charly también fueron protegidos por Palumbo.
BigBang intentó comunicarse con Palumbo, pero su celular está apagado. La noticia generó críticas y apoyos en Twitter. Incluso una mujer publicó el teléfono y la dirección de Palumbo para que sea escrachado. Quizá no imaginó que el escrache lo llevaría a ser nota. Esta vez no por custodiar famosos ni por sus golpes de nocaut.