El gobierno de Córdoba, encabezado por Juan Schiaretti, y la empresa metalúrgica Techint se encuentran enfrascados en un duro enfrentamiento. El eje de la discordia son los caños para los gasoductos troncales que planea construir la gestión del dirigente peronista, los cuales serán una de sus principales obras de gobierno.
Los gasoductos troncales son una de las principales obras del gobierno de Schiaretti.
La monumental construcción costará alrededor de 9.000 millones de pesos y, luego de una licitación, quedó a cargo de la empresa brasileña Odebrecht y de las argentinas Lecsa (piloteada por Ángelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri) y Electroingeniería.
Estas dos últimas empresas se asociaron con las chinas CCCC y CPP, las cuales proveerán el financiamiento para la compra de caños de acero hechos en el país oriental. Techint participó de la licitación, pero quedó atrás en el orden de preferencia.
El ministro cordobés Fabián López criticó duramente a Techint.
Ante críticas opositoras al gobierno de Schiaretti por perjudicar la industria nacional favoreciendo a las tuberías hechas en China, el ministro de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de Córdoba, Fabián López, apuntó con dureza hacia Techint. "Hay una cuestión de fondo, que es la intención de Techint de querer seguir fijando los precios de manera monopólica de sus productos en el mercado argentino, impidiendo la libre competencia y cualquier tipo de apertura", declaró el funcionario en el diario La Voz del Interior.
López señaló que Techint entró en la licitación pidiendo 2.500 dólares la tonelada de caño, mientras que las empresas chinas solicitaron 1.056. "Es una empresa que no quiere competir; está acostumbrada a moverse en un mercado monopólico. Se sienten dueños del país, quieren fijar las reglas con las que nos tenemos que manejar los argentinos", sumó el ministro.
Mientras tanto, consultadas por La Nación fuentes de Techint explicaron que la empresa está "defendiendo el trabajo argentino" y que el proyecto implica tres meses de trabajo de su planta, en la que hay "unas mil personas paradas".