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De los guiones a la gastronomía: el ganador de dos Martín Fierro que abrió un restaurante peronista

Guillermo Salmerón, coautor de El Marginal y Vidas Robadas, es uno de los propietarios del restaurante Los IncorregiVles. 

30 Enero de 2020 14:09
coctel

Con dos Martín Fierro en su repisa gracias a su trabajo como guionista en El Marginal y Vidas Robadas, Guillermo Salmerón ya tenía marcado el casillero del éxito. Sin embargo, el peso de la tarea de pasar horas frente al monitor de la computadora muchas veces le resultaba demasiado alienante.

"Había días en los que salía a la calle y pensaba '¿pero hace cuánto que no salgo?'. Me empecé a dar cuenta de que estaba perdiendo lo social", recuerda en charla con BigBang

Así, poco a poco, comenzó a buscar hobbys que lo hicieran levantarse de la silla. El punto cúlmine llegó meses atrás con la apertura de Los IncorregiVles (sí, así, con la misma "V" de "Perón Vuelve") en Monroe 3915, una mezcla de restaurante con centro cultural con un concepto que homenajea la iconografía y el espíritu del peronismo.

Alegría popular

Los socios de Salmerón en el proyecto son tres amigos junto a quienes asiduamente se juntaba a jugar al póker -otra de esas distracciones que buscó para alejarse del teclado- no sin antes hacer la previa en un bar. Cuando se enteraron de que ese lugar que frecuentaban iba a ponerse a la venta, decidieron convertirse en los compradores. 

"Luego surgió la idea de hacerlo temático porque uno de los miembros del grupo, que tiene experiencia previa en gastronomía, fue chef en Lo de Néstor, un restaurante peronista de San Telmo. Él nos comentó que se ponía lindo, con una cosa de jolgorio que nos pareció interesante", cuenta el guionista, nacido dentro de una familia antiperonista pero convertido en simpatizante gracias al gobierno de Néstor Kirchner.

Con esa idea en mente, Los IncorregiVles reúne a su público alrededor de platos de cocina popular (como pastel de papas, choripán, cortes de asado y milanesas) creando un clima cordial que, en algunas noches, desemboca en lo festivo de la mano de shows musicales en vivo regados por un buen vermut.  

"El público siente que el que está al lado es parte. La gente se mira y se reconoce", asegura Salmerón. "Tenemos que tener cierta responsabilidad, no es un restaurante como cualquier otro. Queremos que funcione como un lugar abierto al vecino. Si de repente alguien vienen a proponer que les abramos un sábado para armar una feria americana, eso tiene que estar".