De día trabaja en una oficina de la administración pública, aunque su labor está en la calle. Es inspectora de la AFIP. Se desempeña en un área de fiscalización, y como tal, suele ser muy mal recibida en los negocios. Sin embargo, ella se encarga de que su trabajo sea lo más ameno posible para el contribuidor. “La gente te recibe mal. A nadie le gusta que le caiga la AFIP. Pero hay que buscarle la vuelta como todo en la vida. Tenés que reinventarte todos los días si querés que tu trabajo se transforme en una vibra positiva”, explica.
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Por el contrario, todo el que la recibe con una sonrisa le despierta sospechas. "El que tiene buena onda y ya de entrada es muy amoroso, vos sabés que ese te va a mentir. Por lo menos en mi trabajo. En seguida les falta un papel y te matan a la madre”, asegura en modo de broma.
Su nombre es Fernanda Grieco. Tiene 50 años y ama su trabajo. A pesar de su medio siglo de vida, la inspectora se las reinventa para cumplir con los desafíos que se propone. Por eso, de noche cambia de nombre y de profesión. Su alter ego es Fergie DJ.
-¿Te gusta tu trabajo en la AFIP?
-Me encanta. Amo mi trabajo. Me ha dado todo lo que tengo. Pude comprarme mi casa y tengo un buen ingreso. Eso hay que valorarlo con la situación del país. Además tengo un grupo de compañeros que son divinos y me gusta lo que hago.
-¿Cómo te llevás con los caraculicos?
-Yo trato siempre de ponerle siempre la mejor onda. Hay gente que te detesta, y ahí está mi principal objetivo: al que me odia quiero que me ame, siempre me gustó lo difícil.
-De noche te transformás en Dj, ¿cómo es esa metamorfosis?
-Me pongo los auriculares y salgo a pasar música. Es reciente, pero me siento reinventada. Con la pandemia tenía ganas de hacer algo distinto. El arte siempre me gustó, así que probé todo: pintar, decorar, meditar. Hice todas las conexiones internas que necesitaba hacer y dije: “a mí me gusta explotar para afuera”. Y un día escuchado música me di cuenta que tenía que ir por ahí.
-¿Cómo seguiste esa intuición?
-Un amigo me dijo que estaba por empezar un curso de DJ y ahí me cayó la ficha. Me anoté en una academia que se llama Music, que te enseñan de verdad, de manera muy personalizado. Y empecé.
-¿Cómo te cayó la ficha a los 50?
-¡A los 49! Quería hacer algo distinto para mi fiesta de cumpleaños, y estaba con un enrosque. Uno cuando cambia de década es jodido. A los 20 decís, qué divino, a los 40 voy a ser tal cosa. Después cumplís 30 y proyectás que a los 60 vas a ser abuela. Pero después cumplís 50 y lo primero que pensás es: “a los 100 voy a estar muerta”. Entonces me plantée hacer algo diferente, y que mi fiesta de 50 no sea una celebración de señoras llenas de lentejuelas. Entonces llegó mi amigo, me comentó lo de DJ y me propuse recibirme para tocar en mi propia fiesta. Fue hace un año que empecé.
-¿Cumpliste el objetivo?
-Así es, el 24 de junio cuando cumplí 50.
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-¿Sigue la crisis de los 50 después de cumplirlos?
-No sé si la palabra es crisis. Hay personas que sí lo viven como una crisis, pero es crecer, ir dejando atrás otras etapas y hay cosas que uno a lo mejor no quiere soltar. Qué se yo, a mí me gusta la adolescencia, pero no desde el lugar de ser la señora pende-vieja, sino desde reinventarse. Poder decir: somos un montón de personas con 50 años y seguimos vivos, y vamos a tener 60 y vamos a seguir vivos. ¿Por qué tengo que hacer un curso de cerámica o de crochet? ¡No! Yo puedo hacer otras cosas. Estar en contacto con gente joven que te cambia la energía, que te hace vibrar más alto. Y también es un buen mensaje para todas las personas que tengan ganas de hacer algo. ¡Háganlo! Respetarse a cualquier edad es bueno.
-Me comentabas antes de la charla que sos una persona que rompió el mito de que sin una educación convencional no se puede llegar a nada, ¿cómo es esa idea?
-A mi vida la construí yo desde los 13 años. Mi mamá murió cuando yo tenía 11 y mi papá cuando tenía 13. Me acuerdo que en ese momento lo tomé como “bueno, ahora salgo a la vida y me toca a mí demostrar”. Y me empecé a reinventar. No heredé nada, pero siempre busqué ir por el camino que me genere cosas positivas.
-¿Cómo hiciste para salir adelante a partir de los 13?
-No sé. Creo que hay cosas que vienen con uno. La fortaleza interior viene con uno. Yo me fui a vivir a la casa de la familia de mi mejor amiga, terminé el colegio y me fui a estudiar a La Plata. Empecé a estudiar medicina, por el mandato (mi papá era médico), pero después me di cuenta que quería ayudar a la gente pero desde otro lugar. Como lo que hago ahora.
-¿Es terapéutica la música?
-Si, muy. Son tres horas por ahí que estás tocando y no pensás en otra cosa. Conectás con vos, en cómo resolver el camino musical. Es algo que fluye, que no genera preocupación.
¿Qué sentís en ese momento?
-A mí me da felicidad. Y me gusta mucho ver a la gente que viene, me saluda y disfruta. Por dentro siempre tengo mi diálogo interno. “Mirá cómo le gustó”, me digo. Siempre me sorprenden esas cosas.
-¿Cómo es estar rodeada de gente más joven?
-Me toman como amiga. Resulté ser muy confidente. Me pasó siempre eso. La gente por ejemplo viene y me cuenta cosas que decís: “por qué me contás esto a mí”. Con todas las edades me pasa.
-Antes de lanzarte a estudiar, ¿no tenías ningún conocimiento del tema?
-No tenía ni idea. Me gustaba la música electrónica, pero cuando llegué a la Academia y prendieron los equipos yo dije: “estoy en la NASA, esto es una nave espacial”. Después empezaron a hablar de buscar el bombo, el golpe para la mezcla, y yo decía, “qué es todo esto”.
De hecho, me fui a mi casa con esta idea. Cuestión que me fui al Parque Saavedra y había unos que estaban haciendo un curso de bombo. Y dije: “ya está, encontré el bombo”. Para qué. Se rieron todos de mí cuando lo conté en la clase. “No, Fer. El bombo es el golpe para unir las canciones”. Y bueno, un día hacés como un click y lo encontrás. ¡Pero no en el Parque Saavedra!
-¿Sos buena?
-No soy la mejor ni la peor, pero sigo aprendiendo y voy a seguir aprendiendo porque me encanta.
-Te anotaste en un concurso también, ¿cómo es eso?
-Me anoté en un concurso del gobierno de la Ciudad y espero que me llamen. Me lo mandó un amigo, es para Djs emergentes. Cargué los datos y estoy a la espera del llamado. Yo pienso que lo van a hacer. ¿Cuántas Djs emergentes de 50 conocés?}
-¿Qué aprendiste de música?
-Además de aprender sobre electrónica, y conocer las diferencias de los géneros, aprendí a respetar. No me gusta la gente que critica. La música es un arte y tiene distintos estilos.
-¿En la vida también sos de ponerte objetivos y cumplirlos?
-Si, aunque algunos no he cumplido. Yo tengo 50 y no soy madre, pero hace mucho tiempo sí fue un objetivo en mi vida. No se dio. Estaba en pareja con alguien con quien me llevo excelente, pero queríamos cosas distintas. Y eso genera cierto trauma. Fue una especie de objetivo no cumplido. Después empecé a desmenuzar y me di cuenta que yo también elegí inconscientemente el camino de no ser madre. Hoy me dedico a ser la mejor tía o la mejor amiga y lo vivo como algo natural.
Siempre te queda algo guardado. Pero hay que hacer algo para sacarlo por otro lado, y que fluya con felicidad. Tanto lo que pudiste ser en tu vida como lo que no. Todo te lleva al lugar donde estás.
-¿Pesa el deber ser de la sociedad?
-Hay que romper con el deber ser en ese sentido. Hice terapia. Mi psicóloga una vez me dijo: “vos no vas a avanzar si no querés. Si querés aferrarte al sufrimiento eso vas a hacer”. Estuve triste y toqué fondo para salir adelante. A veces una situación es la punta del iceberg de muchos duelos. Pero si vos no te tomás el tiempo para sentarte a pensar, nadie lo va a hacer por vos. La única manera es ser consciente de lo que te pasa. Para mi la mejor receta en la vida es hacerle frente a las cosas. De lo bueno y de lo malo.
-¿Cuál es tu próximo objetivo?
-Primero, entrar en el concurso del gobierno de la Ciudad, y seguir tocando. Ahora voy a estar en un par de bares que me interesan. A veces es mejor la calidad que la cantidad. Estoy en Cowi, que es un bar hermoso de Palermo, en Azul Profundo, que es gente divina, en agosto voy a estar en Presidente Bar, en Recoleta, y en septiembre empiezo en el Faena. Después, en el verano estoy viendo de irme a Punta del Este.
-También están organizando un show para una persona muy especial...
-Estamos organizando un homenaje a Ariel Lescano, uno de mis amigos que conocí a través del curso y que murió de una enfermedad autoinmune. Lo que recaudemos lo vamos a donar a un instituto que estudie este problema con las plaquetas. Ariel era una persona increíble. Me ayudaba con todo, me mandaba videos explicándome las cosas, me compartía carpetas de música. Él es uno de los responsables de que yo sea Dj, por eso el homenaje.