09 Octubre de 2018 11:05
El 10 de octubre se instaló como fecha para celebrar el día Mundial de la Salud Mental y para ello, la comunidad online Liebre de Marzo, dedicada a la divulgación de historias de vida con una mirada no estigmatizante sobre la salud mental de sus protagonistas, reunió distintos casos de famosos que asumieron padecer distintos transtornos. Conocer lo que padecen puede colaborar para luchar contra el miedo, la vergüenza y el estigma.
Uno de cada 3 argentino padece de transtornos en la salud mental.
Además, se promueve la autonomía de las personas y la mejora de su atención, cuidado, y apoyo, con el fin de lograr una mejor calidad de vida, ayudando a reforzar los vínculos de quienes sufren algún padecimiento mental.
Según el primer Estudio Argentino de Epidemiología en Salud Mental, uno de cada tres argentinos mayores de 18 años presentó un trastorno de salud mental en algún momento de su vida. Sin embargo, muchas de ellas no acceden a los tratamientos o medicación que pueden ayudarlos porque todavía la salud mental es tabú. A su vez, distintas estadísticas internacionales revelan que una de cada cuatro personas padecerá algún trastorno mental a lo largo de su vida.
Carrie Fisher: bipolaridad
Cuando tenía 24 años y estaba en el pico de popularidad por su trabajo como Princesa Leia en Star Wars, le dijeron que tenía trastorno bipolar. "¿Qué? ¿Pero cómo puede ser?", debe haber sido de las primeras cosas que pensó porque de hecho, recién cuatro años después, a sus 28, asumió que ese era su diagnóstico. De ahí en más no sólo no lo escondió sino que se dedicó a hablar sobre la salud mental.
"Una de las cosas que más me sorprende (y hay unas cuantas) es la cantidad de fuertes estigmas que hay hacia las enfermedades mentales, especialmente hacia el trastorno bipolar. En mi opinión, para vivir con depresión maníaca hay que tener huevos. No como para hacer un viaje a Afganistán (porque, en este caso, las bombas y las balas vienen del interior). A veces, ser bipolar es un reto agotador que requiere mucho aguante e incluso más coraje, así que, si estás viviendo con esta enfermedad, es algo de lo que estar orgulloso, no avergonzado. Deberían darte una medalla", escribió en su libro Wishful Drinking.
Ryan Reynolds: trastorno de ansiedad
Este año, en la gira por el estreno de la segunda parte de Deadpool, Ryan Reynolds decidió hacer un aporte contra el estigma en salud mental y dijo que sufre de ansiedad. “Estuve en ambos extremos: la ansiedad desenfadada por alguna situación y las oscuras profundidades del otro lado del espectro, lo cual no es nada divertido”, dijo Ryan al New York Times.
Ryan Reynolds.
Contó que muchas veces se despertaba en mitad de la noche, paralizado por la ansiedad, agonizando sobre el futuro y que aún hoy sufre en entrevistas y otras situaciones que registra como peligrosas. Ryan es canadiense, hoy está casado con Blake Lively y tiene dos hijas.
Michael Phelps: depresión
Michael Phelps tiene 33 años, está casado, tiene dos hijos y es el deportista olímpico más condecorado de todos los tiempos. Y aún así, dice que a lo largo de su vida se enfrentó a por lo menos media docena de pozos depresivos y que incluso la última vez, en 2014, ya no quería vivir.
El quiebre fue cuando lo arrestaron por manejar borracho y la asociación estadounidense de natación le impidió competir durante seis meses. No pudo más y decidió meterse en rehabilitación, donde dice que la pasó muy mal pero por primera vez en su vida, empezó a hablar de lo que le pasaba. “Entonces me di cuenta que la vida era mucho más fácil. Llegué a un punto en el que entendí que está bien no estar bien”, contó en Angst, un documental sobre el trastorno de ansiedad.
Adele: depresión posparto
“La música que siempre me atrajo es triste. Siempre fui bastante melancólica. Obviamente, no tanto en la vida real como lo son mis canciones, pero tengo un lado muy oscuro. Estoy muy disponible para la depresión. Puedo entrar y salir de ella como si nada. Todo empezó cuando murió mi abuelo, cuando yo tenía cerca de diez años, y aunque nunca tuve un pensamiento suicida, hice mucha mucha terapia. Pero no volví a sentirlo desde que tuve a mi hijo y logré vencer mi depresión posparto”, contó la famosa cantante Adele en una entrevista con Vanity Fair.
Adele contó su problema.
Nina Simone: trastorno bipolar
Nina Simone, gran pianista que odiaba ese instrumento porque solo junto a él era socialmente aceptada, tuvo una vida turbulenta. Dueña de un virtuosismo clásico que desarrolló a fuerza de talento y estudio, Nina soñaba ser la primera concertista negra de Estados Unidos. Nunca lo logró. Una anécdota resume su infancia: en su debut público a los 12 años, sus papás, que se habían sentado en la primera fila, fueron obligados a moverse para que asistentes blancos ocuparan sus lugares. En ese momento, Nina dejó de tocar hasta que les devolvieran sus lugares y lo consiguió.
Nina sufría de bipolaridad.
Valiente y loca, sufrió violencia de género, cosechó éxitos, nos dejó canciones e interpretaciones increíbles y siempre dijo lo que pensaba. Pagó el precio de la honestidad, protestó contra el racismo junto a los principales activistas estadounidenses, se mudó a África para encontrarse con sus raíces, crió una hija. Nina padecía trastorno bipolar. Su vida está narrada en la biopic 'What Happened, Miss Simone?' de Netflix.
Demi Lovato: trastorno bipolar
Luchar, caer y volver a luchar un poco más. Tener un trastorno de salud mental es un problema de fácil solución dijo nadie nunca. Bien lo sabe Demi Lovato. Talentosa, súper exitosa y, sobre todo, cada día más sincera, Demi padeció diferentes problemas: adicciones, trastornos alimentarios, depresiones. Con el tiempo fue diagnosticada con trastorno bipolar. Sobre esto último Demi dijo: “Obtener un diagnóstico fue una especie de alivio. Me ayudó a empezar a dar sentido a las cosas dañinas que estaba haciendo para hacer frente a lo que estaba experimentando”.
"Tener diagnóstico fue parte de un alivio", dijo Lovato.
Además, dijo que está harta de que se la etiquete y en contra del estigma declaró sabia: “Es algo que tengo, no es algo que soy”. Hoy Demi está en tratamiento por haber tenido un episodio peligroso por consumir drogas. Una vez más vuelve a la carga para estar bien.
Ashley Benson: ataques de pánico
La actriz, que se hizo famosa por ser una de las protagonistas de la serie Pretty Little Liars, descubrió que tenía ansiedad cuando sufrió su primer ataque de pánico en el medio de las grabaciones.
Ashley Benson sufrió ansiedad y ataque de pánico.
"Hago todo lo que puedo para estar mejor, pero a veces simplemente aceptarlo es parte del proceso", dijo hace poco en una entrevista con Mind Body Green.
Mariah Carey: trastorno bipolar
En los noventa Mariah Carey sacó un hit tras otro, ganó premios y millones de dólares. Pero en el 2001 le diagnosticaron trastorno bipolar y para ella fue la peor de las tragedias. Por entonces pensaba que si alguien se enteraba, su carrera se desmoronaba para siempre. Ese año, además, lanzó su primera película y fue un fracaso total.
Mariah intentó seguir adelante como si nada. Los éxitos volvieron, pero ella no la estaba pasando bien y en algún momento, por fin, dijo basta. “Busqué y recibí tratamiento, puse a personas positivas a mi alrededor y volví a hacer lo que amo: escribir canciones y hacer música", dijo la cantante hace tan solo unos meses atrás, cuando se cansó de tener miedo y en una entrevista con la revista People contó que padecía este trastorno.
Mariah Carey tuvo idas y vueltas.
"Tengo la esperanza de llegar a un momento en que no pese más el estigma sobre las personas que tienen que atravesar algo así solas. Puede ser increíblemente aislante. No tiene que definirte y yo me niego a que me defina o me controle a mí”.
Simon Pegg: depresión
En julio de este año, el actor inglés Simon Pegg contó en una entrevista con The Guardian que hasta hace no mucho tiempo atrás sufría de depresión y alcoholismo. Pegg actuó y escribió parte de los guiones de Muertos de risa y las últimas de Star Trek y Misión Imposible, pero no podía disfrutar nada de eso.
Pegg sufría depresión y alcoholismo.
El principio del quiebre fue cuando tuvo a su hija. ¿Cómo podía ser que no pudiera disfrutar de una de las cosas más revolucionarias que te pueden pasar en la vida? Pegg dice en la entrevista que tener una adicción es como si de repente te creciera una segunda cabeza que se quiere autodestruir y no te deja vivir nada, ni tu pareja, ni tus hijos. Fue la esposa la que se terminó dando cuenta de los problemas con el alcohol de su marido y Pegg finalmente empezó un tratamiento que lo sacó adelante.
Victoire Maçon Dauxerre: trastorno alimenticio
Apenas terminó el colegio secundario, a Victoire Maçon Dauxerre le dijeron que podía convertirse en la próxima Claudia Schiffer. Su primer desafío iba a ser la Semana de la Moda de Nueva York pero para eso, también le dijeron, tenía que sacarse de encima cinco centímetros en las caderas. Pensó que si comía sólo tres manzanas por día lo iba a lograr. Ese año su nombre apareció en la lista de las modelos top 20 y se convirtió en anoréxica.
Dauxerre en la pasarela.
A comienzos del año pasado, decidió contar su historia en Jamás demasiado flaca: Diario de una top model y el libro, todavía sin traducir al español, trepó enseguida en las listas de los más vendidos de Francia. “¿Por qué una mujer enferma con una silueta raquítica es considerada bella?”, se preguntó Dauxerre hace poco en la revista leparisien.fr.
A fines de 2016 logró impulsar, junto a otros activistas, una ley que para que las modelos presenten un certificado médico antes de cada desfile.