24 Septiembre de 2022 08:00
La salud sexual y reproductiva es fundamental para el desarrollo sano de cualquier persona. Poder elegir qué métodos anticonceptivos usar, cómo vivir la sexualidad, cuándo tener o no hijos y vivir el deseo de manera libre son cuatro ejes fundamentales para ejercer la libertad y los derechos individuales.
De hecho, los derechos sexuales y reproductivos se encuentran detallados en la ley 26.150, de Educación Sexual Integral; la ley 27.610 de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo; la ley 25.673 de Salud Sexual y la 26.130 de Anticoncepción Quirúrgica.
Aunque la Educación Sexual Integral (ESI) debe darse en las escuelas desde los primeros años, lo cierto es que eso no se cumple de igual manera en todos los rincones de la Argentina y, por eso mismo, es importante recordar que este próximo 26 de septiembre es el Día Mundial de la Anticoncepción, una fecha para difundir información sobre el tema.
Contar con educación sexual temprana permite, por ejemplo, saber que a partir de los 13 años cualquier ciudadano argentino tiene el derecho a acceder en forma autónoma a todos los métodos anticonceptivos reversibles. De hecho, se pueden conseguir de manera gratuita aquellos métodos incluidos en el Plan Médico Obligatorio tanto en hospitales y centros de salud; como en obras sociales y prepagas.
A su vez, está también establecido que sin importar la edad, cualquier individuo puede acceder a información y preservativos, aún sin contar con acompañamiento o la autorización de una persona adulta.
Incluso, la norma establece que a partir de la mayoría de edad se puede acceder gratis y de manera autónoma a la anticoncepción quirúrgica (ligadura tubaria en la mujer y vasectomía en el hombre).
Los métodos
Preservativo: el principal beneficio es que es el único que previene infecciones de transmisión sexual (ITS). La contra es que tiene más fallas que otros métodos, debe usarse en todas las relaciones y tiene posibilidad de rotura, deslizamiento o de mal uso con mayor frecuencia.Pastillas anticonceptivas: se pueden tomar desde la adolescencia y no hay un límite máximo de edad, mientras se chequee periódicamente que la persona no presente contraindicaciones para recibirlas. Un punto débil es que hay que tener prolijidad con las tomas sin olvidos ni interrupciones para mantener su eficacia. Además, según la ginecóloga de Halitus Instituto Médico María Elisa Moltoni, tiene algunas contraindicaciones y efectos adversos.
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Diu: es uno de los más eficaces porque provee anticoncepción por largos períodos de tiempo (entre 5 y 10 años) y es reversible (la fertilidad retorna a la normalidad luego de que es retirado). No requiere ningún tipo de intervención de parte de la usuaria, lo que lo hace más efectivo. Puede usarse aún en adolescentes y mujeres que no tuvieron embarazos. En el caso del DIU de cobre, una de las contras que más se reporta es el aumento del sangrado menstrual o de molestias menstruales. El DIU hormonal o SIU, genera, por el contrario, una reducción en el volumen y dolor del sangrado menstrual.
Parches anticonceptivos: es un método muy similar al de pastillas porque actúa de la misma manera. La diferencia es que se va a absorber a través de la piel, no requiere acordarse todos los días, sino una vez por semana al cambiar el parche.
Anillo anticonceptivo: es un método con el mismo perfil que los orales, pero con la gran ventaja de ir a nivel vaginal, permitiendo desde ahí la absorción de la medicación. Tiene niveles bajos de estrógenos y al no ser oral se tolera bien y controla el sagrado.
