El femicidio de Araceli Fulles conmocionó a gran parte de la sociedad argentina, luego de que se conociera públicamente que la joven de 22 años había sido estrangulada y brutalmente asesinada en el año 2017 en la localidad de José León Suárez, de donde era oriunda.
La víctima fue vista por última vez con vida el 2 de abril de ese año, y 25 días después los bomberos voluntarios de Punta Alta con la ayuda de su perro Halcón encontraron el cuerpo de la chica debajo de una especie de losa improvisada en la casa de Darío Badaracco, el primer sospechoso y detenido que tuvo la causa.
Desde entonces, la familia tuvo que esperar por justicia, aunque finalmente este jueves 4 de noviembre los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de San Martín Aníbal Rubén Belagio, Martín Esteban Kloboy y Carolina Rosa Martínez condenaron a prisión perpetua a 3 de los 8 acusados que tiene la causa, considerados como coautores del "homicidio agravado por mediar violencia de género".
Sin embargo, a pesar de estas penas recibidas para los imputados, lo cierto es que el femicidio de Araceli tuvo muchas aristas que hicieron que el caso generara una indignación tremenda y un dolor espantoso en la sociedad.
Las condenas y los otros sospechosos
El juicio empezó hace un mes e inicialmente tuvo sentados en el banquillo de los acusados a 8 hombres. Sin embargo, en los alegatos la querella a cargo de Diego Szpigiel y la fiscalía, representada por Mariana Piwarczuk, resolvieron acusar directamente a solo 3 de ellos: se trata de Carlos Casalz, Hugo Cabañas y Marcelo Escobedo. En lo que respecta al resto, Hernán Rodrigo Badaracco, Carlos Antonio Ibarra, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos, por lo menos por ahora, no se pudieron juntar las pruebas suficientes para ir en su contra. Aún así, la familia está segura de que todos participaron del brutal hecho, y de hecho, Ricardo Fulles, papá de la joven, aseguró en diálogo con BigBang que todavía faltan sumar a más personas, porque en este crimen hay otros responsables involucrados.Leer más | "Se hizo justicia": el grito de la madre de Araceli, los aplausos en la sala y el "cagones" a los acusados
"Esto no va a terminar acá. Vamos a tratar de llegar a todos, porque no son solamente los que estuvieron sentados ahí, hay mucha gente más", sostuvo antes de entrar a la última audiencia del juicio por la muerte de su hija, en la que finalmente la Justicia condenó a los sospechosos.En principio, todos los acusados llegaron libres al debate oral, pero luego fueron detenidos. Por un lado, Casalz fue arrestado el 12 de septiembre cuando fue a votar en las últimas PASO por las elecciones legislativas, acusado de amenazar a un testigo y a la madre de Araceli, a quien le mandó con una ametralladora diciendo "hay balas para toda la familia". En tanto, Cabañas fue detenido dos días después, cuando intentó ingresar a la segunda audiencia del juicio oral con un arma blanca.
La muerte del primer sospechoso
Si bien este jueves solo 3 hombres fueron formalmente condenados, la investigación tuvo inicialmente un primer sospechoso, que es Darío Badaracco, quien ocultó el cuerpo de Araceli en el fondo de su casa bajo una losa que armó con cal, lo que luego dificultó que la familia pudiera reconocer a la chica.Hasta su casa llegó uno de los canes de los bomberos voluntarios de Punta Alta, y cuando el cuerpo fue visto por la policía, se ordenó que se levantara todo para ver si se trataba de la joven. Para ese entonces, el sospechoso ya se había fugado, aunque finalmente fue detenido y quedó alojado en la cárcel con prisión preventiva.
Sin embargo, en 2019 falleció después de que unos compañeros de penal de Sierra Chica lo golpearan y quemaran vivo con hirviendo. Aunque sobrevivió, murió tras algunos días de internación.
La supuesta connivencia de la policía
Desde el día uno la familia Fulles sospechó que la policía estaba arreglada con los asesinos de su hija, ya que de hecho, cuando la joven no llegó a su casa, su mamá quiso ir a hacer la denuncia, pero los oficiales no se la quisieron tomar porque le dijeron que debían esperar entre 24 y 48 horas, cosa que no es cierta.Además, en ese primer encuentro Mónica Ferreyra, la madre de Araceli, fue a mostrarles el último mensaje que su hija le había mandado, y "sin querer", la oficial que lo vio lo borró del teléfono. Además de estas primeras cuestiones, los padres de la víctima están seguros de que durante los allanamientos y las búsquedas los procedimientos se hicieron mal adrede, para no encontrar nunca el cuerpo. Lo que no saben es por pedido de quién fue, aunque sospechan que tenían algún vínculo cercano con los acusados.
Leer más | Caso Araceli Fulles: condenaron a prisión perpetua a los tres acusados por femicidio
"Esto viene mal intencionado desde el principio. No sé si estuvo mal investigado, porque reconozco que la gente que se especializa en eso, son gente que sabe trabajar, son muy competentes cuando ellos quieren, pero también sabemos la otra parte", dijo Ricardo a este medio.Incluso, la familia siempre sospechó que se plantaron pruebas y se pusieron testimonios falsos, como fue el caso del camionero que dijo que la llevó a otra provincia, y la aparición de un bolso que finalmente no era de Araceli.
El mensaje dudoso
Araceli fue vista por última vez el día 2 de abril de 2017, después de que supuestamente le mandara un mensaje a su mamá para decirle que pusiera el agua para el mate porque estaba llegando a su casa. "Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa", le dijo, pero nunca llegó. Gracias a la investigación se pudo determinar que después de haber ido a un festejo con amigos, Fulles conoció a un grupo de personas, y que además estuvo en una plaza cercana a su casa, donde por última vez la vieron con vida. Lo que pasó después aún no está del todo reconstruido, y al menos algunos de esos sucesos fueron analizados durante el proceso que ya llegó a su fin.Sin embargo, a Mónica siempre le pareció extraño ese mensaje que recibió de su hija, sobre todo porque a ella no le gustaba mucho tomar mate, y no era habitual que lo hiciera.