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Dengue en primera persona: "El dolor es tan fuerte que no podía pararme"

BigBang dialogó con una familia, en la que tres de sus integrantes sufrieron las secuelas del virus. Viven en el barrio Itaembé, uno de las zonas donde se registraron más afectados.

por Gisela Nicosia

04 Febrero de 2016 12:02
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En el barrio Itaembé, ubicado en los alrededores de Posadas, Misiones, en las últimas semanas se registraron cientos de casos de dengue. Es una de las zonas con más personas afectadas, al igual que en los barrios Yohasá, Santa Rita, Garupá y Candelaria. En Itaembé vive la familia Iturbe Arzamendia; tres de ellos vivieron en primera personas las síntomas y lo cuentan a BigBang.

Norma y su hija Ana Paula sufrieron los síntomas del dengue.

La primera en presentar las dolencias fue Ana Paula, de 20 años, que durante tres días tuvo fiebre y un leve sarpullido. Luego siguió su padre pero dolencias menores. Pero Norma, de 44 años, estuvo una semana sin poder levantarse de la cama y en diálogo con BigBang, relata en primera persona lo que se sufre al contraer dengue.

“Durante 7 días no puede ni pararme. Los primeros síntomas fueron la fiebre y el cansancio muscular, pero en pocas horas todo empeoró. Tuve los primeros tres días más de 40 grados y los músculos y los huesos me dolían. Debía meterme a la ducha para poder bajarla, me sentía muy mal”, recuerda Norma, quién para bajar la alta temperatura que sufría debió meter bajo la ducha varias veces al día, con las pocas fuerzas que tenía para movilizarse.

Norma realiza hockey y es la encargada de la casa. 

MALDITO MOSQUITO 

El dengue es una enfermedad causada por un virus, que puede ser transmitida por el mosquito Aedes aegypti, y no se ha implementado la vacuna en la Argentina. Por eso, la prevención se promueve desde las acciones cotidianas de control del mosquito transmisor, un insecto que vive en las zonas domiciliarias, utilizando reservorios de agua para su desarrollo.

Las fumigaciones son fundamentales para combatir las plagas.

La familia Iturbe Arzamendia vive una casa con parque y según cuentan, el riego de las plantas y los más de veinte días de lluvia que vivieron en el último mes colaboraron a que se acumule agua y se proliferen las larvas de dengue. 

“No caminaba, mi marido me ayudaba y me colocaba paños fríos. Tomé paracetamol de 1g cada 6 horas, y pese a eso me dolía todo el cuerpo”, contó Norma a BigBang, que una semana después del padecimiento puede asegurar que se siente mejor. Todo era lento y agonizante. Los tres primeros días los describe como “insoportables” y cuando creía que mejoraba, su cuadro empeoraba 

“Durante 7 días no puede ni pararme. Los primeros síntomas fueron la fiebre y el cansancio muscular, pero en pocas horas todo empeoró

Para el cuarto día, la mujer comenzó a sentir fuerte dolor detrás de los ojos y la cabeza. “No podía comer nada, y apenas me mojaba los labios con agua. Todos los ganglios del cuerpo se inflaman. Tenía la pelvis, axilas y el cuello inflamado. Al quinto día estaba roja, y tenía la piel con salpullido. Es muy feo porque te pica el cuerpo pero no podes rascarte porque es como algo que te pincha”, lamenta.

“Bajé 10 kilos en una semana y no podía ni caminar para ir al baño

Otro de los síntomas que padeció Norma es la sensación de sequedad. “Te sentís como seca por dentro y por fuera, te tira la piel y es como que te exprime el cuerpo. Tengo llagas en  toda la boca y recién hoy, una semana después, me salieron como bolas detrás de las orejas, que son secuelas de la inflamación que sufrí”, suma.

En el barrio, la municipalidad realizó fumigaciones y limpiezas.

Como si fuera poco, Norma no podía exponerse al sol porque la piel comenzaba a oscurecerse. “No tolero el sol. Cuando me sentí un poco mejor y salí de casa noté que estando al sol se me formaron moretones en la piel”, detalla.

Itaembé es uno de los barrios donde más afectados se registran por el dengue.

En la semana de padecimiento perdió 10 kilos y según explica, la gravedad de la afección se debió a que se encontraba con las defensas bajas porque se encontraba cumpliendo una dieta estricta.

Imagen de cómo se ve la piel cuando aparece el sarpullido del dengue.

“Durante mi reposo, la municipalidad envió fumigadores para limpiar  toda mi casa y el barrio. Los vecinos también ayudaron a limpiar los patios y terrenos de la zona. Eso mejoró la situación, porque hace un par de semanas atrás casi todos los vecinos sufrieron algún caso de dengue”, dice Norma.

Los vecinos de Posadas toman jugo de papaya para apalear los síntomas.

La mayoría de los afectados son personas mayores, y en paralelo a las recomendaciones médicas, probaron con remedios más caseros para tratar el dengue.

Según cuentan los vecinos de Itaembé, ayuda mucho tomar de dos a cuatro cucharadas de jugo de mamón, también conocida como papaya. La forma de prepararlo es simple. Se cortan en pedazos pequeños las hojas y con agua se exprime contra una tela limpia, el jugo de las hojas se debe tomar todos los días mientras se presenten los síntomas y disminuye el dolor.

OTRO BARRIO DONDE TODOS TIENEN DENGUE

Más del 80% de los habitantes de las 16 manzanas de Yohasá, en la periferia de la capital misionera de Posadas, también están infectados con dengue. Según citan los medios locales, los vecinos denunciaron la falta de tareas municipales de prevención en términos de higiene, saneamiento y fumigación.

Las recomendaciones para evitar el contagio.

“Los primeros días de enero le pedimos al presidente del barrio que trajeran un contenedor para sacar la basura de las casas. Lo llenamos en 24 horas y acá está desde hace un mes. Llovió, salió el sol y volvió a llover como ayer. Es un verdadero criadero de mosquitos. ¿De qué sirve limpiar, como nos piden, si no se llevan esta chatarra?", se quejó Catalina Díaz, quien ya pasó por los desagradables efectos del dengue.

Los síntomas claves para confirmar el contagio.

Esta bebida aumenta el tiempo de recuperación de las plaquetas en sangre, que exactamente lo que afecta el virus.

“No llegué a tomarlo porque me enteré  tarde, pero vecinas y amigas que sí lo hicieron, mejoraron mucho”, cuenta Norma mientras retoma sus actividades lentamente.

PREVENCIÓN: SIN MOSQUITOS NO HAY DENGUE

La mejor forma de prevenir es evitar los criaderos de mosquitos en el hogar.

Para floreros y bebederos de mascotas se recomienda cambiar periódicamente el agua y cepillar las paredes de los mismos.

Tapar los objetos que sirvan para juntar agua, tratar piletas y “pelopinchos” con los líquidos indicados en los tiempos recomendados.

Descartar aquellos reservorios innecesarios, como ser latas, botellas, en cubiertas, sanitarios y electrodomésticos en desuso.

 Eliminar el agua de los huecos de árboles, rocas, paredes, pozos, letrinas abandonadas y rellenando huecos de tapias y paredes donde pueda juntarse agua de lluvia.

Verter el agua de porta macetas, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa.

También es importante prevenir la picadura del mosquito mediante el uso de:

Repelentes sobre la piel expuesta y sobre la ropa con aplicaciones cada 3 horas.

Mangas largas y pantalones largos si se desarrollan actividades al aire libre,

Espirales o tabletas repelentes en los domicilios.

Telas mosquiteras en las ventanas y puertas de las viviendas.

Evitando arrojar recipientes o basura en lugares como patios, terrazas, calles y baldíos, en los que pueda acumularse agua.

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