La historia es graciosa, preocupante y a la vez triste. Sucedió hace semanas en el Hospital Oncológico “Marie Curie” de la Ciudad cuando las autoridades del nosocomio gemelo en Francia llegaron a Buenos Aires para recorrer las instalaciones. En un momento determinado, se acercan al director y lo felicitan por el estado en el que tenían “el museo” del hospital.
El funcionario, muerto de la vergüenza, les tuvo que explicar que eso no era un museo sino que era la aparatología que utilizaban diariamente en la lucha contra el cáncer. Pero todavía faltaba más. La tecnología a base de cobalto se abandonó en los países desarrollados en la década del 50', pero aún se usa en Buenos Aires y en algunos países de África.
El traslado fue otro de los temas polémicos. Hace dos semanas desde el Ministerio de Salud, que conduce Ana Bou Pérez, mantuvieron una reunión con diferentes funcionarios del hospital para anunciar que se avanzará finalmente con el “Complejo Hospitalario Sur” que se planea construir en el predio del Hospital Muñiz y que involucra unificarlo con el Marie Curie, el Hospital de Rehabilitación Respiratoria Ferrer, y el Instituto de Rehabilitación Psicofísica.
En el predio del Muñiz se construirá la mega obra.
“El Gobierno de la Ciudad, escudándose en la realización de futuras mega obras, desatiende de una manera criminal la salud de los porteños. El Curie es un hospital oncológico, sus pacientes precisan soluciones hoy mismo”, le dijo a Big Bang el defensor del Pueblo adjunto, Arturo Pozali, que presentó un pedido de informes luego de recorrer las instalaciones del Marie Courie.
En en esa recorrida, Pozali explicó que cuando se encontraba junto al director, Alejandro Oscar Fernández, fue cuando le comentaron que la tecnología de cobalto utilizada en el hospital para tratamientos oncológicos fue abandonada en la década del ´50 por todos los países desarrollados.
Una de las últimas adquisiciones del hospital en el año 2014
Aunque el Hospital cuenta con espacio y recursos materiales para la optimización de los servicios que presta, su director denuncia que desde el gobierno porteño no permiten la realización de nuevas obras o incorporación de nuevos equipos.
Esto se debe a que el Ministerio de Salud cuenta con un proyecto para construir un complejo hospitalario en el sur de la ciudad que incluya la construcción de edificios que alberguen a los hospitales Udaondo, Ferrer, Muñiz y al mismo Marie Curie. Este proyecto se realizará en un plazo de cinco años pero la "inevitable" mudanza detiene cualquier tipo de actualización total o parcial de la institución.
Una de las refacciones que más bronca generó en los trabajadores el nosocomio fue la instalación de elevadores nuevos que, para hacerlo, anularon de forma permanente un quirófano reduciendo al 50% la capacidad operativa de la institución.