20 Agosto de 2017 10:00
Misterio en Zárate. Tras 27 días de intensa búsqueda aparecieron los restos de la avioneta que había desaparecido el pasado 24 de julio, minutos después de haber despegado desde el aeropuerto de San Fernando. Fueron encontrados en una zona que ya había sido sobrevolada en 50 oportunidades y no hay rastros de los pasajeros. Los enigmas que se abren y el cuestionamiento a la búsqueda oficial.
Matías Ronzano (30) y Facundo Vega (25), los pilotos de la avioneta.
¿Falla en la búsqueda o complicaciones climáticas?
La nave se encontró enterrada en el río Paraná Guazú, cerca de la desembocadura con el río Uruguay. La zona en la que finalmente la encontraron ya había sido sobrevolada en más de 50 oportunidades, lo que llamó la atención de los familiares.
La avioneta se encontró enterrada en el río Paraná Guazú.
“Tenemos que tener en cuenta dos condiciones fundamentales: es una zona complicada y la búsqueda fue muy compleja dadas las condiciones climáticas y geográficas de los primeros días”, explicó Alejandro Ávarez de la Administración Nacional de Aviación Civil, a cargo de la búsqueda oficial.
Según Álvarez, la nave pudo ser encontrada después de que bajó el río. “Es cierto que se pasó infinidad de veces por el lugar, pero hay que tener en cuenta que la aeronave estuvo bajo agua todo este tiempo”.
La denuncia del lugareño que nadie escuchó
La avioneta fue encontrada en el mismo lugar señalado el 25 de julio por Miguel Rozzio, un vecino de Zárate que realizó la denuncia pertinente tanto a la Prefectura, como al 911. “Estaba mirando hacia el Río correntino, que en realidad es un arroyo. Vi que un avión se cae. Me llamó la atención. Cayó como si fuera de un panzazo. No hubo ruido, ni fuego. Las plantas me cortaron el horizonte, así que no pude ver más”, precisó.
Miguel Rozzio, el vecino de Zárate que denunció de inmediato el accidente del avión.
Aunque por la distancia no pudo precisar características que permitieran identificar a la nave, Rozzio reveló detalles de cómo fue el impacto y descartó que se tratara de una maniobra de emergencia: “He visto aterrizar aviones y lo hacen de forma pausada. La nave cayó en un ángulo vertiginoso”.
Al día siguiente, el lugareño hizo la denuncia ante un prefecto apellidado Franco. “Tomó nota, pero no me dio nada formal de la denuncia”, advirtió. No conforme con la falta de interés que encontró en el lugar, Rozzio llamó al 911 para solicitar el teléfono de la Junta Nacional de Accidentes. “Me dijeron que no me podían dar el número, pero me tomaron la denuncia”, sumó.
¿En dónde están los tripulantes y el pasajero?
Aunque la avioneta ya fue identificada efectivamente como la que desapareció el 24 de julio, queda abierto un misterio aún mayor, ¿dónde están los pilotos Matías Ronzano (30) y Facundo Vega (25); y Matías Aristi (37), hijo del dueño de la compañía propietaria de la nave y único pasajero?
Matías Aristi, el hijo del dueño de Aibal. El único pasajero.
El operativo de búsqueda comenzó a las 6 de la mañana del domingo y, por ahora, no arrojó ningún dato. Como parte del rastrillaje, tres buzos tácticos están “peinando” la zona aledaña al pantano donde se halló el avión. Además, el buque de prefectura Guardacosta 78 Madryn con un personal de diez tripulantes trabaja en el lugar para recuperar los restos de la avioneta y acelerar el peritaje.
"Es una zona que se inunda mucho y está próxima a la desembocadura del río, por lo que creemos que encontrarlos nos va a demorar horas y hasta días", precisaron desde la información.
La última comunicación con la Torre de aeroparque: ¿por qué desaparecieron del radar?
La avioneta Mitsubishi despegó a las 14:30 del lunes 24 de julio desde el aeropuerto de San Fernando y tenía previsto llegar a Las Lomitas (Formosa), cuatro horas después. Sin embargo, perdió contacto con la torre de control mientras sobrevolaba el espacio aéreo comprendido en la zona de Maschwitz-Escobar.
Los pilotos mantuvieron una extraña última conversación con la torre de control de Aeroparque.
En la última comunicación, el control aéreo advierte al piloto de la nave que la misma no aparece en el radar, aunque este asegura estar a 7,5 millas de San Fernando.
Ante la persistencia del problema, la torre de control le solicita al avión que regrese al aeródromo. Sin embargo, segundos después, el piloto deja de responder.