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"Porque sea La Salada no tiene por qué ser trabajo en negro y no dar facturas. Hablemos de la cantidad de locales en Palermo que no dan facturas". La ex vedetre, Marixa Balli, es noticia. Esta vez no por sus curvas ni por su participación en teatro de revista sino por ser una de las puesteras de La Salada.
Tras el desalojo de la Policía bonaerense con topadoras a más de siete miles de puestos ilegales ubicados en el Camino de la Ribera, en el partido de Lomas de Zamora, en TN, Balli negó que no se den facturas en el predio y dijo que ARBA la visita todas las semanas. "A veces la gente misma es la que pide que no le den factura. La gente lo que busca es sobrevivir. Pero pasa hasta en los mejores lugares. Son muy caros los impuestos, los sueldos son bajísimos", argumentó.
"Yo compro en locales importantes y a veces me sale más barato (sin factura). También busco mi bolsilo", continuó.
Marixa en su puesto, feliz
Marixa también se quejó por las críticas a la mercadería que se vende en la feria: "La Salada se minimiza. Cuando alguien quiere criticar la ropa de una persona en un programa de moda, dicen 'ay esta se vistió de La Salada'. ¿Por qué se minimiza? Es patético".
También se refirió entonces a otras acusaciones: "Descarto que haya tráfico de drogas y trabajo esclavo. En dos años y medio me tendría que haber enterado. ¿Dónde está la gente durmiendo? Acá nadie está obligado, los puesteros son fabricantes, manejan sus propias máquinas, talleres. Si el propio dueño quiere ser esclavo de su propio laburo, es problema de él".
Por último, Marixa también tuvo sus reproches a la cobertura mediática del tema: "Cuando hacen esos informes con títulos tan terribles, confunden y ponen mal a los puesteros, hoy se descompusieron dos. La televisión es dañina, por eso estoy en La Salada. Dios mío, hay cada personaje en la tele, que prefiero estar acá".