22 Febrero de 2017 21:14
Este viernes volvieron la electromúsica y la danza al predio Madarine Park, de Punta Carrasco en la costanera porteña. Eso es decir que volvieron la fiestas electrónicas masivas, luego de la muerte de cinco jóvenes por sobredosis en la tristemente célebreTime Warp en abril del año pasado.
Más allá de dolor, quedó de manifiesto entonces la liviandad de los controles, la desidia de la organización y el peligro manifiesto al que expusieron -y exponían- a quienes concurrían a ese tipo de eventos. Pero en este caso fue diferente
Este fin de semana, mientras actuaban los DJ Dash Berlin, EELKE y Guy J, se pudieron observar algunos cambios. BigBang estuvo ahí y te muestra todo.
El ingreso de dividía por dos arcos de luz.
La seguridad estuvo a cargo de la Prefectura Naval Argentina, y la Policía de la Ciudad realizó controles de alcoholemia y antidrogas en los alrededores.
"Verificamos el efectivo cumplimiento de todos los requerimientos explicitados en la disposición que habilitó dicho evento y solo tuvimos conocimiento de una única persona trasladada por exceso de alcohol", dijo un vocero de la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad (AGC)
La entrada tenía controles que escaneaban los DNI.
El ingreso
Dos cuadras antes de llegar ya se podía ver al personal de prevención vigilando el ingreso. En la fila, cada tres personas había un efectivo. Para ingresar al predio había que exhibir indefectiblemente el documento renovado (muchos no pudieron entrar por tener el antiguo) ya que había su sistema de escaneo del código del documento y en un lector donde "saltaba" la identidad.
Lector de DNI. Era obligatorio presentar el documento nuevo.
Luego de ese trámite, todos los asistentes era fotografiados junto a su DNI y posteriormente se realizaba un cacheo, que incluía vaciar el contenido de la billetera. El segundo control de ingreso (una suerte de "arco de luz") estaba dividido: a la izquierda se accedía al VIP, y a la derecha, a la entrada general. Los tickets también fueron escaneados por un lector para evitar falsificaciones.
Adentro
Mientras se recorría el trayecto para llegar al Park se podía observar también mucha seguridad y un sector de emergencias identificado claramente con una Cruz Roja. Allí había una guardia de médicos y enfermeros disponible.
El sector de asistencia médica: hubo 16 socorristas de la Cruz Roja Argentina y 40 vigiladores privados.
"Estaba autorizado el ingreso de 8 mil personas, pero se contabilizaron 5.213, y había 4.926 al cierre del ingreso al público, a las 4.10 de la madrugada", detallaron desde la AGC.
En el sector había agua y caramelos dulces disponibles para la gente.
Otra diferencia positiva fue que se repartía agua gratis y caramelos, y especialistas asesoraban a los chicos sobre el consumo de drogas. Había, por otro lado, dos barras donde se vendía agua y alcohol y dos puestos de comida. También varios baños químicos separados según el sexo.
Baños químicos diferenciados.
Los organizadores debieron respetar todas las nuevas reglamentaciones.
La madrugada, fin de fiesta.
En la fiesta, todo tranqui, afuera, un médico detenido con éxtasis
Si bien hubo algunos chicos descompensados que fueron atendidos, no hubo disturbios. La salida también fue ordenada, con guías, vallado y asistencia que se extendía hasta dos cuadras.
Los férreos operativos en las inmediaciones detuvieron a seis personas, entre ellos un médico y un enfermero, por tenencia de estupefacientes, según confirmaron hoy fuentes policiales. El operativo se realizó en cercanías del predio por una brigada de la División de Narcocriminalidad.
El médico estaba con un enfermero. Tenían 10 pastillas.
Al momento de requisarlos, se encontraron en su poder 10 pastillas azules, comúnmente conocidas como "Bomba", y tres cigarrillos de marihuana. Durante otro procedimiento, los oficiales demoraron a cuatro estudiantes con un total de 11 pastillas de éxtasis, una "Bomba", tres papeles de cocaína y un cigarrillo de marihuana.
Las nuevas reglas para las fiestas electrónicas
Los organizadores deben pedir un permiso 20 días antes de la fecha de realización.
Los responsables deben estar inscriptos en un registro público oficial.
Se deben presentar planes previos de despliegue de seguridad y asistencia sanitaria aprobados por el SAME y los bomberos.
Se debe limitar el ingreso de personas a la capacidad del lugar.
Es necesario contar con bebederos gratuitos.
Disponer de un conteo electrónico de asistentes.
Los organizadores deben dar aviso a los hospitales cercanos, para que estos estén en alerta ante cualquier incidente.
Debe instalarse un puesto de servicio médico de emergencia en un punto visible.
Si un espectáculo supera los 5.000 espectadores, la Agencia Gubernamental de Control deberá proveer seis inspectores.
Si se superan las 10.000 personas se debe agregar un inspector cada 5.000.
De incumplirse algún requisito el organizador recibirá una multa de $ 950.000 o 60 días de arresto.
