Su nombre era Joaquín Martínez, un joven paraguayo de tan solo 21 años que estaba yendo el último jueves a la facultad. Fue encontrado sin vida, horas después de salir de su casa, sentado debajo de un árbol de la plaza Unidad Latinoamericana, ubicada en la intersección de Av. Medrano y Costa Rica. Nadie vio nada y no hay, aparentemente, ningún testigo, algo que los padres del estudiante se niegan a creer. ¿Qué le pasó?
Hasta el momento, los investigadores -que tratan de reconstruir las últimas horas de Joaquín- saben que el joven salió a las 18.45 de su casa, en Cabrera al 4000, y a las 20.15 fue encontrado sin vida. A esa misma hora, una médica del SAME determinó su fallecimiento. Lo llamativo es que entre su casa y el árbol donde fue encontrado hay solo cuatro cuadras.
Según explicó Sonia, la mamá de la víctima, Joaquín apareció con un golpe en la cabeza, en el pulmón y rodeado de vómito. “No saben qué sucedió. Solo nos informaron que tiene un golpe en la cabeza. Le faltaba el celular y un libro electrónico, pero más que eso no nos dicen nada. Unos chicos lo vieron agonizando”, explicó la visiblemente afectada mujer.
Y continuó: “Los chicos llamaron a un policía que estaba en la esquina que le encontró signos vitales. Por lo que vi en el informe, el SAME constató el deceso a las 20.15. Más que eso no sabemos”. A pesar de los golpes que se constataron en el cuerpo, los investigadores no encontraron rastros ni señales de agresión alguna.
Tenía 21 años y fue encontrado en la plaza Unidad Latinoamericana
A su vez, el informe preliminar de la autopsia detectó un golpe en la cabeza que sería similar al de una caída. Por esta razón, falta resolver si el joven de nacionalidad paraguaya había consumido o no algún tipo de drogas, algo que para la mamá es casi imposible.
A pesar de esto, Sonia remarcó: "Pensaban que se había drogado porque había un vómito al lado. La policía tomó muestras de eso y de una botella de Gatorade, que es lo que siempre tomaba él".
Lo cierto es que los investigadores del caso, el cual quedó a cargo de la Fiscalía N°62 de Ariel Yapur, buscan determinar si la muerte de Joaquín tiene algún tipo de conexión con la desaparición de su hermana, Sara, que pasó varias horas fuera de su casa el último martes. La chica, de 14 años, había regresado sana y salva por sus propios medios.
Según explicó la mamá de ambos, los hermanos habían consumido juntos una botella completa de Vodka. “El martes, estaban los dos juntos en casa y solos. Ella hizo su vida normal, fue al colegio a la mañana y no fue a la clase de gimnasia porque no se sentía bien. Volvió a casa donde estaba Joaquín y no supieron a explicarme porque empezaron a tomar alcohol”, contó.
Y siguió, en diálogo con América TV: “Tomaron entre los dos una botella de Vodka a modo de juego. Como nunca habían tomado, los destruyó y en ese estado de borrachera, ellos salieron juntos a las 16 para ir a buscar al colegio una vecinita que Sara retiraba de la escuela. Joaquín la dejó en el colegio y se va al cajero, mientras que su hermana se quedó en el colegio".
Según contó Sonia, la maestra no la vio bien a Sara, por lo que le dijo que no le iba a entregar a la nena que había ido a buscar en esas condiciones. “Por lo tanto ella se enoja, le da las llaves y le dice ´bueno llevala vos´, y se va. Me parece indignante que la maestra no la haya retenido si la vio en ese estado y conociéndola. Todos en el colegio la conocen”, aclaró.
“Sara se vino a la plaza y se sentó. Muchos de sus compañeros mandaron mensajes de que la vieron sentada, muy mareada. A mí me ubicaron porque Joaquín tenía el DNI, lo encontraron desorientado por la borrachera. Los estudios determinaron que solo tenían alcohol en sangre. Sara volvió a casa sola después de recostarse a dormir en un banco”, detalló.
Los padres de Joaquín buscan saber qué pasó con su hijo.
Pero existe un dato que desorienta aún más a los investigadores y que está relacionado al mensaje que dejó escrito el propio Joaquín en una de las paredes de su habitación el día que decidió irse a la facultad y apareció sin vida. “Subo con la ropa de los chicos para guardarla y cuando entro al cuarto de Joaquín estaba todo pintado con aerosol, me habían dejado un mensaje”, dijo Sonia.
Y agregó: “Me agarró mucha desesperación. El mensaje en la pared decía en inglés: ´´Este soy yo, quiero volver a casa´. Me fui corriendo al profesorado y pregunté si estaba en clase. En lo que tardaron en decirme que no había asistido, pasé por la plaza y no había nada. No vi nada raro, seguí caminando”, dijo. Minutos más tarde, la policía dio con el cuerpo de su hijo en ese mismo lugar.
Joaquín apareció sin vida el último jueves.
Nicolás, el padre del joven fallecido, aseguró que desconoce que quiso decir su hijo con ese mensaje que dejó escrito en su habitación. “No sabemos qué quiso decir con eso. Antes de irse, yo estaba cocinando, y le pregunté si se iba a la facultad y me dijo que sí", sostuvo.
El fiscal Ariel Yapur dictó el secreto de sumario, algo que molestó a los padres de la víctima, razón por la cual decidieron dar a conocer esta historia días después del hecho en los medios. Por ahora, se espera el análisis de las cámaras de seguridad de la zona para intentar esclarecer el hecho y crece la hipótesis de un robo, ya que la autopsia reveló que sufrió "congestión edema pulmonar y edema cerebral difuso".