Un incidente en septiembre del 2015. Otro en el mismo mes del 2016 y uno más anteayer en la mina Veladero. Otro más en enero pasado en Pascua Lama, el otro emprendimiento -binacional- de la minera Barrick en Argentina.
Los derrames que provocan daños ambientales en la provincia de San Juan parecen haber colmado, finalmente, la paciencia del gobernador Sergio Uñac.
Según informa Diario de Cuyo, la sucesión de episodios en tan poco tiempo "hartó" al Gobierno provincial, esa misma a palabra utilizó el ministro de Minería Alberto Hensel esta mañana en la conferencia de prensa.
Después del cuarto derrame, el gobernador de San Juan dice que está harto.
Por eso, el gobernador Uñac ordenó que la suspensión de las actividades en Veladero sigan vigentes hasta que los directivos de Canadá de Barrick vengan a la provincia y decidan sobre la continuidad o no de la mina.
A esto se les suma una medida judicial que salió del juez jachallero Pablo Oritja para paralizar la actividad en el valle de lixiviación.
En el Gobierno quieren que si la mina Veladero brinde garantías suficientes para que no ocurra un nuevo derrame. Ya el propio Uñac en el segundo derrame dijo que la empresa "no tiene margen de error" y, así y todo, Barrick volvió a cometer una nueva falta.