Horror en las iglesias españolas. Jonatan Matías Blanco es un sacerdote argentino de 38 años fue detenido en Barcelona, luego de varios meses de tener una orden de captura por parte de Interpol, que lo buscaba arduamente por tener múltiples denuncias de abuso y agresión sexual a menores de edad.
El hombre desempeño su congregación entre el 2017 y el 2021, años en los cuales aprovechó para cometer dichos delitos.La modalidad que empleó para hacer todo esto, fue la que suelen hacer todos los aprovechadores de los infantes. Generar confianza en ellos y en sus padres hasta lograr quedarse a solas con ellos en varias ocasiones, y también prometerles objetos materiales con el fin de chantajearlos para que no hablen.
Esto se vio reflejado por ejemplo en el caso de una de sus víctimas de 14 años, a quien le prometió que le iba a comprar ruedas para el monopatín que ya le había regalado, motivo por el cual tanto el martirizado como sus padres accedieron a dejarlo ir a dormir una noche a la casa del agresor. En ese entonces, cuando llegó la hora de dormir, el pastor evangélico se acercó y comenzó a tocar al niño.
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El chico era consciente de lo que estaba ocurriendo y es por eso que logró relatarle a sus progenitores lo ocurrido, y pedir la ayuda necesaria para lograr atravesar la situación. Blanco repitió seis veces esta modalidad de cometer los abusos, otra de las atrocidades que realizó el hombre, fue que invitó a dos hermanos de 14 y 12 años a dormir, y en el momento en el que creyó que estaban descansando, comenzó lo peor.Al más chico, le quito la ropa, lo manoseo, le practicó sexo oral y lo filmó. El menor que estaba despierto pero en shock por lo ocurrido, espero a reencontrarse con sus padres, y de la misma manera que el anterior, pidió la ayuda necesaria e hizo las denuncias correspondientes. Además, relató que cuando comenzó a tocarlo, el chico le preguntó que estaba haciendo, y pastor respondió: "masajitos bro".
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Otra de las víctimas que tenía entre 15 y 16 años fue víctima de Blanco y nuevamente por algo material. El hombre negocio con el padre de este menor que le iba a enseñar a manejar al chico, lo cual era un plan entretenido y deseado por la víctima. Pero nada fue como se lo esperaba. Durante esa noche Jonatan manoseo al menor y aunque él creyó que era solo una sensación propia, el hecho se volvió a repetir en reiteradas ocasiones. Al resto de sus víctimas las convenció de la misma manera, invitándolos a jugar a la Play, a mirar películas y a tomar mate.