Típicamente en el Día del Amigo, los bares se atestaban de grupos de todas las edades que colapsaban las reservas o bien hacían colas interminables para tener un lugarcito a la mesa y poder brindar con sus íntimos. Sin embargo, la postal de este año fue mucho más austera. Ni colapsaron las operadoras telefónicas, ni los restaurantes estaban en su capacidad máxima, ni las ventas reflejaron un tendencia a realizar obsequios en esta fecha.
Los restaurantes buscaron atraer comensales con "promos amistosas".
Según el relevamiento dado a conocer por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas en este festejo reflejaron una caída del 7,4% (en cantidades) en comparación con el día del amigo del año pasado. Entre los rubros más afectados se encuentra el de restaurantes. Es así que "el 83% de los que festejaron este año se juntaron en una casa, y sólo el 14% en restaurantes, bares o pizzerías".
Es por ello que en los comercios gastronómicos la caída fue del 6,2% con respecto a 2015, a pesar de que primaron las promociones y descuentos de 25% y 50% para quienes realizaban reservas previas. Claro está que ninguno de estos locales se quisieron quedar con las sillas vacías.
El 83% de los que festejaron este año lo hicieron en el hogar.
Los encuentros gasoleros predominaron este año y tanto las comidas caseras como el delivery fueron de la partida. Precisamente también las casas de comida lanzaron una variedad de descuentos y promociones para atraer a este público y potenciar sus ventas.
Las caídas rubro por rubro. Fuente: CAME.
Pero la crisis también se trasladó a los regalos y un 22% de de quienes festejaron no realizaron obsequios, mientras que otro 18,2% se inclinó por productos de muy bajo valor. Es así que el 50% gastó entre $0 y 100 pesos.