11 Mayo de 2020 14:12
A la Asamblea del Año XIII lo único que le faltó fue declarar la Independencia de la Provincias Unidas del Río de la Plata del Reino de España y redactar una Constitución.
Pero ese congreso constituyente, al que asistieron representantes de todo el territorio, retomó el espíritu de la Revolución de Mayo y adoptó una serie de medidas que confirmaban el camino emprendido tres años antes.
Entre otra iniciativas se estableció el 25 de Mayo como fecha patria, se suprimieron los títulos de nobleza y se eliminaron las referencias al rey Fernando VII en las monedas y documentos oficiales, entre otros iniciativas.
La declaración de la Independencia se concretaría tres años más tarde, seis años después de la Revolución de Mayo, en el Congreso de Tucumán celebrado en 1816.
Con el objetivo de afianzar el camino de la soberanía iniciado en Mayo de 1810, la Asamblea del Año XIII encargó la realización del Himno Nacional el 6 de marzo de ese año y fue aprobado el 11 de mayo, por lo cual hoy se celebra su día.
La letra fue escrita por Vicente López y Planes y la música fue compuesta por Blas Parera esa misma noche que se aprobó. La tradición indica que se entonó por primera vez el 14 de mayo en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson, quien la entonó por primera vez.
Según diversos historiadores, una obra de teatro estrenado un par de años le habría servido al autor de la letra de inspiración en la escritura y tras su lectura los aslambleístas la aprobaro por aclamación.
Del mismo modo, los investigadores advierten que hay muchas similitudes entre canción patria de la Nación Argentina y la Marsellesa, el himno nacional de Francia, que escribió Rouget de Lisle hacia fines del Siglo XVIII.
En la página web del historiador Jorge Horacio Gentile sostiene en cambio que el Himno Nacional no se entonó por primera vez en la casa de Sánchez de Thompson.
"Otras fuentes sostienen que el debut de la obra se produjo el 25 de mayo de 1813 en la Plaza de la Victoria, al pie de la Pirámide de Mayo, cantado por los alumnos de la escuelita del maestro Rufino Sánchez. Y que el mismo día, por la noche, se entonó en el Coliseo Provisional", asegura.
"Esta segunda versión se fundamenta básicamente en que, tratándose de un encargo gubernamental de tamaña magnitud, difícilmente su estreno se confinara a un ámbito reducido", agrega Gentile.
El estudioso recuerda también que el Triunvirato había encargado en 1812 la creación de la canción patria al sacerdote Fray Cayetano Rodríguez, pero su obra no tuvo la recepción esperada.
El Fray también escribió su propio himno por encargo de la Asamblea, pero cuando López y Planes presentó su versión decidió retirar su propuesta y se sumó a respaldar la nueva propuesta.
La letra del Himno era mucho más extensa de la que hoy se entona en los actos patrios y sufrió diversos recortes desde que fue aprobada en forma unánime por la Asamblea.
Fue el presidente Julio Roca quien mediante un decreto firmado el 30 de marzo de 1900 decidió abreviar algunas estrofas del Himno Nacional porque consideraba que podían afectar las relaciones que entonces se mantenían con España.
La letra original
Oíd mortales el grito sagradoLibertad, libertad, libertad;Oíd el ruido de rotas cadenasVed el trono a la noble igualdadSe levanta en la faz de la tierraUna nueva, gloriosa naciónCoronada su cien de laurelesY a sus plantas rendido un león.Sean eternos los laurelesQue supimos conseguirCoronados de gloria vivamosO juremos con gloria morir.De los nuevos campeones los rostrosMarte mismo parece animarLa grandeza se anima en sus pechos;A su marcha todo hacen temblar.Se conmueven del Inca las tumbasY en sus huecos revive el ardorLo que va renovando a sus hijosDe la Patria el antiguo esplendor.Pero muros y sierras se sientenRetumbar con horrible fragorTodo el país se conturba por gritosDe venganza, de guerra y furor.En los fieros tiranos la envidiaEscupió su pestífera hielSu estandarte sangriento levantanProvocando a la lid más cruel.¿No los veis sobre México y QuitoArrojarse con saña tenaz?¿Y cual lloran bañados en sangrePotosí, Cochabamba y La Paz?¿No los veis sobre el triste CaracasLuto y llantos, y muerte esparcir?¿No los veis devorando cual fierasTodo pueblo que logran rendir?A vosotros se atreve argentinosEl orgullo del vil invasorVuestros campos ya pisa cantandoTantas glorias hollar vencedorMas los bravos, que unidos juraronSu feliz libertad sostenerA estos tigres sedientos de sangreFuertes pechos sabrán oponer.El valiente argentino a las armasCorre ardiendo con brío y valorEl clarín de la guerra, cual truenoEn los campos del sud resonóBuenos Aires se opone a la frenteDe los pueblos de la ínclita uniónY con brazos robustos desgarranAl ibérico altivo león.San José, San Lorenzo, Suipacha,Ambas Piedras, Salta y TucumánLa colonia y las mismas murallasDel tirano en la banda orientalSon letreros eternos que dicen:Aquí el brazo argentino triunfóAquí el fiero opresor de la PatriaSu cerviz orgullosa dobló.La victoria al guerrero argentinoCon sus alas brillantes cubrióY azorado a su vista el tiranoCon infamia a la fuga se dioSus banderas, sus armas se rindenPor trofeos a la libertadY sobre alas de gloria alza el puebloTrono digno a su gran majestad.Desde un polo hasta el otro resuenaDe la fama el sonoro clarínY de América el nombre enseñadoLes repite, mortales oíd:Ya su trono dignísimo abrieronLas provincias unidas del SudY los libres del mundo responden:Al gran pueblo argentino salud.