Desde hace ya varios años el concepto de familia cambió, y hoy en día existen diferentes tipos de relaciones y vínculos que van más allá de la sangre y que persisten por el amor entre unos y otros. Entre las cosas que mutaron, una de ellas es el rol de la mujer y su deseo de ser madre, el cual siempre estuvo ligado al concepto de pareja.
Históricamente, si una mujer deseaba convertirse en madre, debía hacerlo en pareja, mandato que ahora cambió, ya muchas deciden tener un hijo con una persona de confianza o por un viente subrogrado, sin tener la necesidad de estar en una relación sentimental: lo hacen porque desean ser madres y porque no necesitan de otro para dar ese paso y sumarse al desafío.
En base a un reciente informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), entre 1986 y 2018 aumentaron los casos de madres que crían solas a sus hijos, mientras que las llamadas "familias tradicionales", compuestas por madre, padre e hijos, disminuyeron de un 47% a un 35%.
"Las familias con un solo padre o madre e hijos/as se incrementaron de 12% a 19%. En este caso, se trata mayoritariamente de mujeres que crían solas, lo que las enfrenta aún más a una doble carga laboral: el cuidado y el trabajo fuera del hogar", indicaron en el análisis.
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A pesar de que hay muchos casos de jóvenes que quedan embarazadas en la niñez o durante su adolescencia, y por distintos motivos continúan con esa maternidad en soledad, también existen los casos de mujeres que apuestan a tener un hijo sin la necesidad de que haya atrás una pareja.
Para recordar casos famosos, podemos mencionar a Juana Repetto, hija del conductor Nicolás Repetto, quien hace casi cuatro años decidió ser mamá soltera por inseminación artificial. Según contó ella en varias oportunidades, cuando tenía 19 años quiso ser mamá, pero perdió un embarazo y después se separó de su novio, y en los años restantes no encontró la persona ideal para llevar a cabo el proyecto de familia que tanto había soñado. Por eso, con la ayuda de un donante anónimo, la actriz gestó a Toribio, quien hoy tiene 3 años.
Del mismo modo, la periodista Carmela Barbaro, que ya tenía otra hija con Gerardo Rozin, en 2015 decidió convertirse en madre soltera y hoy en día no se arrepiente de haber tomado esa decisión, a pesar de que a veces puede resultar vertiginoso. "Madre soltera” define un estado civil, no un estado de la vida. Yo nunca estuve sola. Sí, sin una pareja, sin un marido, sin un padre. Pero no sola", dijo en una entrevista con el Eltrecetv.com.
Por su parte, otra de las figuras del espectáculo que fue muy criticada fue Luciana Salazar, quien se convirtió en madre a través del alquiler de un vientre subrogado. En varias oportunidades la rubia reveló que luego de separarse de Martín Redrado, eligió continuar con su deseo de maternidad sola, y en 2016 congeló sus óvulos para después convertirse en la mamá de Matilda. A pesar de que todas ellas son figuras que pertenecen al mundo de los medios, fuera de este ámbito también hay muchas mujeres que desean formar una familia monoparental, y que de hecho, de diferentes formas, ya lo han hecho. En algunos casos, recurren a amigos o personas cercanas para ser madres, y en otros, eligen un vientre subrogado o la inseminación artificial."Lo que cambió, y en esto tiene que ver mucho el movimiento feminista, es la idea de familia tradicional como un ideal. Lo que existen son distintas formas de construir familias", explicó a este portal la socióloga y feminista Victoria Freire.
Según ella, la transformación tiene que ver con que el deseo de las mujeres empezó a ocupar un lugar mucho más central que el que siempre tuvo, tanto para decidir ser madres como para no serlo.
"Ambas cosas son opciones que están planteadas a partir de la elección, y en ese sentido, la lucha por el aborto fue muy importante, porque planteó con mucha fuerza que la maternidad debe ser una opción asumida con responsabilidad, y que esa opción no tiene que depender necesariamente de un vínculo heterosexual, sino que hay distintas formas de ejercer esa maternidad. La liberación consiste en romper los mandatos y pensarse desde el deseo", sumó.
Además, Freire explicó que ahora se cuestiona la forma en la que se plantea la maternidad en una sociedad patriarcal, porque supone que es algo natural, como una realización que deja a la mujer atada al rol exclusivamente doméstico. "Estamos en un momento donde comenzamos a pensar otras maternidades, que abren preguntas y posibilidades diferentes. Una mirada feminista integral tiene que poder entender las diferentes realidades", sostuvo.
Por último, aclaró que de todos modos en nuestro país se viven distintas situaciones, porque también hay mujeres que son madres solteras y no por elección, y que incluso en muchos casos tienen que exigir constantemente una cuota alimentaria o tuvieron también que romper con vínculos difíciles cargados de violencia para criar a sus hijos solas y no por deseo.