Big Bang! News
Más

Día Mundial contra el Trabajo Infantil: la dramática situación en la Argentina

Según datos oficiales del año 2017, el 10% de la población infantil está inmersa en esta realidad.

por Agustina Acciardi

12 Junio de 2020 14:04
1591981879839
1591981879839

El trabajo infantil es una problemática que existe a nivel mundial, y que a pesar de que en muchos países está prohibido, parece no disminuir. Aunque para algunos puede resultar algo muy lejano, lo cierto es que la Argentina es dueña de una realidad que duele, y mucho.

Este viernes se conmemora a nivel mundial el Día Contra el Trabajo Infantil, y para conocer a fondo cómo vive un gran número de niños en nuestro país, BigBang se comunicó con Alejandra Perinetti, Directora Nacional de Aldeas Infantiles SOS, una organización internacional dedicada hace más de 40 años a favorecer el desarrollo de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en un entorno familiar protector donde puedan ejercer sus derechos.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, el trabajo infantil es “todo encargo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico”.

En relación a esto, Perinetti explicó que todas aquellas tareas que impliquen una demanda que no sea acorde a la edad del niño, es trabajo, inclusive todo lo relacionado a lo doméstico, algo que en muchas familias se lleva a cabo de manera natural y normal.

En base a los datos recabados por la última Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA), realizada por última vez en el 2017, en Argentina la problemática del trabajo infantil afecta a un 10% de la población conformada por niños, lo que significa que los chicos de entre 5 y 15 años que realizan algún tipo de trabajo alcanzan los 760 mil en todo el país.

Sin embargo, la directora de Aldeas Infantiles aclaró que en la Argentina no existen en general demasiadas estadísticas en relación a las problemáticas que abordan a los nenes, lo que hace difícil que se llevan a cabo políticas públicas para intentar cambiar su cruel realidad.

"Es cómodo no tener estadísticas, porque para poder fijar políticas públicas, hay dos cosas que hay que saber: tener números y contar con una ley. A pesar de que en Argentina contamos con la ley 26.390, la cual regula y penaliza a aquellos que le den trabajo a niños, no tiene aplicación en nuestro país", explicó la especialista.

En este sentido, aclaró también que es muy probable que luego de la pandemia el número de niños pobres aumente, y que esto lleve a que una gran cantidad de ellos tengan que salir a trabajar porque sus papás se quedaron sin empleos.

Sobre esto, explicó que muchas veces los padres toman el trabajo infantil como una estrategia de supervivencia y que en realidad su intención está muy lejos de querer generarle un mal a sus hijos.

"A estos papás hay que capacitarlos. Nosotros trabajamos con ellos y les decimos que es lo que tendría que haber estado haciendo el nene en lugar de trabajar. Es algo que naturalizaron y es parte también de un desconocimiento. Un niño que trabaja y no esta escolarizado, va a estar destinado a tener trabajos informales, por eso acá hablamos del circulo de pobreza, porque los papás tienen trabajos informales y ellos continúan después con ese circulo", dijo.

Que un menor de edad esté en la calle en lugar de permanecer en su casa contenido, implica que pierda su derecho a la educación, a la salud y al juego, y que además esté expuesto a mayores peligros. "Los niños que trabajan en zonas rurales, sobre todo el en noroeste del país, trabajan con el tabaco y té y como tienen maños pequeñas los usan para manipular las plantas, algo que es altamente tóxico", ejemplificó.

De hecho, salir a trabajar genera que el chico pueda tener serios problemas de salud, tanto por la falta de controles como por los riesgos a los que se enfrenta; y hasta incluso puede no lograr un crecimiento adecuado para su edad o por el contrario puede contraer alguna enfermedad que no le permita luego tener un desarrollo adecuado de su vida.

Desde su experiencia en Aldeas Infantiles, Perinetti comentó que la organización trabaja con chicos que se enfrentan a una vida donde sus derechos no se cumplen, y que desde sus centros comunitarios ven que el trabajo infantil es una realidad, porque por ejemplo, muchos acompañan a sus padres a recolectar cartones.

Lee más. Según Unicef, por la pandemia y el aislamiento obligatorio, 6 de cada 10 niños serán pobres a fin de año

"Cuando hablamos de trabajo infantil, no quiere decir que reciba remuneración, sino que se obtiene una paga, quien sea que saque al chico a trabajar. Pero también es trabajo una estrategia de supervivencia, que seria el cuidado de los hermanos o que una mamá sea costurera y ponga a su hija a hacer un dobladillo", indicó.

A pesar de que no hay estadísticas que expliquen en qué zonas del país se dan con mayor frecuencia estas situaciones, lo cierto es más allá de que existe una creencia que habla de que el trabajo de los niños se da mucho en el ámbito rural, la realidad es que las zonas urbanizadas también pasa bastante.

"El Estado tiene una gran lupa sobre las familias en mayor grado de vulnerabilidad, y esto en realidad no es tan así, pasa también en las familias de clase media o clase alta, donde entienden que eso es una normalidad y que no ocurre nada si una nena de 12 años se queda a cargo de su hermano", comentó.

Sobre esto, dijo que no es la función de un niño cuidar a otro (aunque sea menor), y que muchos de los accidentes domésticos que ocurren en las casas con los niños es justamente porque hicieron alguna tarea en el hogar que no debería llevar a cabo.

La ley que prohíbe el trabajo infantil

En el año 2008 en la Argentina se sancionó la ley 26.390, la cual prohíbe el trabajo infantil y protege a los adolescentes mayores de 16 años que adquieren un empleo. A pesar de eso, en ocasiones no se cumplen los regímenes estipulados para esa edad, y se le exige al chico que trabaje igual que un adulto.

Sobre esto, la norma explica por un lado que las personas desde los 16 años y menores de 18 pueden celebrar un contrato de trabajo, con autorización de sus padres, responsables o tutores cuando el adolescente viva independientemente de ellos, al mismo tiempo que también resalta que no podrá hacer ningún tipo de tareas durante más de seis horas diarias o treinta y seis semanales.

Ley 26390: prohibición de t... 

La única excepción se da cuando se trata de una empresa familiar, oportunidad en la que se permite que un chico mayor de 14 años participe activamente en empresas cuyo titular sea su padre, madre o tutor, en jornadas que no podrán superar las tres horas diarias, y las quince horas semanales, siempre que no se trate de tareas penosas, peligrosas y/o insalubres, y que cumplan con la asistencia escolar.

Más allá de estos casos, la ley aclara al inicio que el trabajo está prohibido totalmente para los niños menores de 16 años en todas sus formas, exista o no relación de empleo contractual, y sea éste remunerado o no.

10