Este 31 de marzo es el Día Internacional de la Visibilidad Travesti-Trans, una fecha elegida en todo el mundo para reivindicar los derechos de las personas trans y travestis y para reflexionar acerca de sus condiciones de vida.

Aunque no siempre se arroja visibilidad sobre este tema, lo cierto es que un reciente informe del Observatorio MuMaLa (Mujeres de la Matria Latinoamericana) revela una realidad muy cruda: solo en 2019 hubo 190 casos de violencias hacia el colectivo, lo que significa que hubo un hecho cada cinco días.

Además de la complicada situación que atraviesan cotidianamente, actualmente el colectivo pasa por un momento muy complicado, ya que la cuarentena impuesta por el Gobierno provocó que gran parte de las personas trans se queden sin trabajo, y además, por los recientes desalojos, sin vivienda también.

Según los datos del Registro Nacional de Violencias hacia el Colectivo Diverse Disidente, relevados desde el 1° de Enero al 31 de Diciembre de 2019, el año pasado hubo 190 casos de violencia hacia el colectivo LGBTIQ+.

En detalle, el informe que sirve para reflexionar y concientizar, revela que ocurrieron 110 ataques de odio, 12 crímenes de odio y 68 trans/travesticidios sociales (violencia estructural a la que están sometidas las personas del colectivo).

De los ataques, se desprende que la mayoría del colectivo fue víctima de diferentes tipos de violencia: la física la sufrió el 57%, la psicológica el 74%, la sexual el 8%, la económica el 4% y la simbólica el 14%.

Incluso, el 50% sufrió más de un tipo de violencia, el 42% requirió atención médica, el 28% sufrió la vulnerabilidad de su identidad autopercibida y el 10% de los casos fueron crímenes de odio. 

En cuanto a la identidad de las víctimas, el informe reveló que el 42% de las personas que sufrieron de violencia fueron travestis y mujeres trans, el 9%varones trans, el 46% otras identidades diversas y del 3% restante no se registran datos.

En lo que respecta al lugar donde ocurrió la situación, hay que marcar que casi la mitad fue en la vía pública (44%), el 11% fue en una propiedad privada, el 9% en una institución educativa, otro 9% dentro de un boliche, el 8% dentro de la vivienda de la víctima, el 6% dentro del sistema de salud, el 5% en manos de la policía, 3% en descampados, el 2% dentro de la Justicia, 2% durante el trabajo de la víctima y el 1% en comercios.

Aunque más de la mitad de los casos ocurrieron a manos de desconocidos, hay un 17% que pasó con allegados de la víctima, como pueden ser vecinos, compañeros de estudio, compañeros de trabajo, etc.

Alejandra Mansilla, referente de Libres y Diverses, el área de Disidencia Sexual y de Géneros de MuMaLa, explicó a BigBang que las personas trans sostienen desde hace años un proceso de reflexión que tiene que ver justamente con sus vidas y cómo sostenerlas, y lo primero que aparece siempre es la falta de un Estado más presente.

"Entendemos que un Estado presente es el garante de las políticas públicas para poder construir una sociedad mas igualitaria y aquí ponemos el énfasis, aún con el cimiento del matrimonio igualitario y después con el impulso de la Ley de Identidad de Género, porque el Estado no ha podido propiciar avances concretos que tengan que ver con la inclusión laboral trans, y mucho menos con la integralidad de nuestros cuerpes, entendiendo como integralidad, el acceso a la salud, a la educación, a la vivienda, etc", indicó.

En este sentido, sostuvo que la inclusión laboral trans, dependiendo de en que provincia cada uno se encuentre, es una realidad muy lejana, que en los últimos días directamente se volvió imposible durante la cuarentena.

"Esta falta de políticas publicas con respecto a la inclusión laboral, sostiene al trabajo sexual como una pieza clave para el desarrollo de muchas compañeras y compañeros (porque también hay hombres trans ), sin hablar de que muchos de estos casos también representan a sostenes de hogares. En tiempos de pandemia se hace imposible sostener estas cuestiones", sumó.

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Sobre esto, Mansilla dijo que la informalidad laboral a las que acceden las personas trans empujan a transitar distintos problemas en cuanto a la vivienda, y que en estas últimas semanas, por el aislamiento, surgieron casos donde "compañeras y compañeros que ejercen el trabajo sexual y viven organizades en hoteles", han sido amenazados con ser desalojados.

"También tenemos reportes de compañeras que alquilaban casas sin contrato por la falta de garantías formales, y ellas han sido victimas de desalojos forzosos  y clandestinos debido a las informalidades a las que accedemos a la hora de poder alquilar nuestras viviendas", comentó por último.

Desde el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, recordaron en sus redes sociales la fecha, y destacaron que las personas trans viven atravesadas por la discriminación estructural, múltiples violencias y la exclusión en todos los ámbitos de su vida.

Las personas trans viven atravesadas por la discriminación estructural, múltiples violencias y la exclusión en todos los ámbitos de su vida. En muchos casos, enfrentan obstáculos para acceder a derechos fundamentales y servicios básicos.

- Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (@MinGenerosAR) March 31, 2020"En muchos casos, enfrentan obstáculos para acceder a derechos fundamentales y servicios básicos. De hecho, cuando hablamos de personas transgénero, también estamos mencionando a un grupo de extrema vulnerabilidad en materia alimentaria y habitacional en esta emergencia sanitaria frente al coronavirus. Su promedio de vida es de entre 35 y 40 años", informaron.

Gracias a la sanción de la Ley 26.743 en 2012, se garantizó el reconocimiento conforme la identidad autopercibida, el trato digno y el acceso a derechos para todos, en igualdad de condiciones. Sin embargo, a pesar de eso, aún hay mucho por hacer para que la igualdad de oportunidades sea verdadera y para que los derechos de las personas trans y travestis sean una realidad.