por Daniel Riera
10 Mayo de 2016 11:32No quiere que se sepan ni su nombre ni su dirección. Tiene mucho miedo. "Esta gente es pesadísima", dice. Tiene una granja. Claudia Alejandra Pandullo, dice, le compró 50 cerdos. "Un poco más", especifica. "50 cerdos y algunos cortes sueltos, y además les mandé un camión lleno de maíz". Luego agrega: "Son $ 185.000 en mercadería. Soy una persona de trabajo. Para mí es mucha plata". Pandullo es la madre de Ivana Nadal.
Ivana con su madre.
El joven continúa su relato. "Estaba saliendo a flote y me fundieron, me hicieron mierda. No recuerdo exactamente si eran 10 o 12 cheques, pero sólo me pagaron los dos primeros. Después empezaron a rebotar una detrás del otro. Tengo animales para respaldar pero tengo que salir a flote. Me la pegaron en el medio de la cabeza".
Según el joven cuenta, el dinero que perdió no es sólo por sus animales y el maíz de su granja. "También tuve que contratar a un frigorífico para que hiciera el trabajo de faena", explica.
Parte de la familia de Ivana.
El joven afectado dice haberse puesto en contacto con un colega: otro productor ganadero. Este segundo productor habría sido afectado por un valor de $ 340.000. Según cuenta, en ambos casos la carne de cerdo fue despostada (separada en cortes para su comercialización) en una carnicería de Larrazábal y Battle y Ordóñez que nada tiene que ver con la señora Pandullo: simplemente, ella contrató el servicio y pagó por él.
Claudia Pandullo, celebrando, acaso, algún negocio exitoso.
No sería su única incursión en el rubro alimenticio: un comerciante declara haberle vendido empanadas que no le pagó, otro declara haberle vendido muzzarella por valor de $ 85.000. La lista continúa. En breve, BigBang explicará por qué el comerciante habla de gente "pesadísima".