La última reunión entre la gobernadora María Eugenia Vidal y los gremios docentes no tuvo un final feliz. El gobierno bonaerense les ofreció a los maestros un aumento del 16,7% y la posibilidad de una nueva negociación en agosto.
Sin embargo, el secretario general del SUTEBA, Roberto Baradel, ya había adelantado su postura de exigir un aumento salarial del 30% con cláusula gatillo.
Los docentes bonaerenses anunciaron un paro de 72 horas.
Pese a esto, la gobernadora les ofreció un porcentaje que se compone de un 15% de aumento hasta julio más 1,7% en concepto de material didáctico. Furiosos, los docentes convocaron a un paro de 72 horas a partir del lunes, día en que deberían iniciar las clases luego del receso escolar por las vacaciones de invierno, hasta el 1° de agosto.
El paro docente se impuso luego de que no se consiguiera un acuerdo en la última negociación de paritarias.
En este marco de conflicto, el Ministerio de Trabajo dictó este mediodía la conciliación obligatoria y le envió las correspondientes notificaciones a los respectivos gremios docentes. De esta manera, a pedido de Vidal, los maestros deberán asistir a clases a partir de este mismo lunes al considerar que la “escolaridad es un derecho inalienable" en los más chicos.
Los docentes aseguraron que se movilizarán los tres días del paro.
A partir de esta conciliación obligatoria, el conflicto entre el gobierno bonaerense y los gremios docentes permanecerá en stand by durante quince días hábiles. Mientras tanto, obliga a las partes a retomar las negociaciones. Desde el entorno de Vidal aseguran que se llegó a esta instancia debido a “la negativa” de los sindicatos de llegar a un acuerdo.