El estreno de la cuarta temporada de la serie The Crown volvió a poner sobre el tapete el romance clandestino que la princesa Diana tuvo con James Hewitt. 

Fue ella misma quién reveló la relación en una entrevista con el periodista Martín Bashir. "Lo adoraba, estaba enamorada de él", admitió. 

Ambos se conocieron en una fiesta en 1986. Él era oficial de caballería y ella -quien estaba momentáneamente separada del príncipe Charles- le pidió que le diera lecciones de equitación.

"Ella estaba herida y solitaria, y me obsesioné con ella", recordó Hewitt, quien recibió una invitación a almorzar de parte de Diana que fue puntapié inicial para su relación amorosa, que duró cinco años.

Ken Wharfe, ex guardaespaldas de la princesa, reveló que luego de la traición de Charles con Camilla Parker Bowles, ella se sentía "lista para una infidelidad": 

"Hewitt era mujeriego y le dio la atención y el afecto que necesitaba", agregó relatando que los encuentros entre ambos solían darse en una casa propiedad de la madre del oficial, quien estaba al tanto del romance. Wharfe también reveló que la princesa le regaló 16.000 libras a su amante luego de que le dijo que quería un auto nuevo. 

Whisky y revistas porno

Cuando el oficial tuvo que cumplir el llamado del deber en la guerra del Golfo, Diana le escribió frecuentes cartas románticas y le envió whisky y golosinas. Además, sumaba otro particular regalo: revistas Playboy y Penthouse. 

Sin embargo, el romance se enfrió cuando Hewitt fue enviado a Alemania. Eventualmente, ella dejó de atenderle el teléfono y un año después, se separó de Charles. 

El militar aseguró que su relación continuó hasta que él decidió cooperar con el libro Princesa enamorada, de Anna Pasternak, que revelaba el amor oculto. 

"Fue el error más grande de mi vida", señaló agregando que hasta pensó en quitarse la vida. "Cargué algunas cosas en mi auto con la intención de tomar el ferry e ir a Francia a suicidarme. Pero mi madre insistió en venir conmigo. Le debo la vida"-