06 Enero de 2022 11:26
En el mundo del deporte y las celebrities cada vez aparecen más casos en los que su decisión de no vacunarse contra el Covid-19 o de no explicar si recibieron o no una dosis, genera que pierdan oportunidades, dinero y hasta que corran riesgo de quedarse sin empleo. El caso más reciente es el del tenista número 1 del Mundo, el serbio Novak Djokovic, que se encuentra en una disputa legal en Australia luego de que se emitiera una orden para que se lo deporte.
El serbio viajó a Melbourne para participar del Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año, pero como nunca expresó si estaba vacunado o no contra el Covid-19 (requisito esencial para ingresar a dicho país), tramitó un pedido de exención que fue revocado en las últimas horas por las autoridades australianas. Después de estar más de ocho horas demorado en el aeropuerto de la mencionada ciudad, se emitió la orden para que abandone el país.
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Fue ahí cuando planteó su último recurso: el judicial. Sus abogados presentaron un pedido a la Justicia y solicitaron que sea de pronta resolución ya que el torneo se disputará a partir del 17 de enero pero hay varias cuestiones protocolares que deben atenderse primero. Asimismo desde Serbia, las autoridades de ese país salieron al cruce y dejaron la puerta abierta para un conflicto diplomático.
No obstante ello, de no poder jugar el torneo Djokovic no solamente perderá puntos en el ranking del ATP y se verá imposibilitado de igualar el récord de 20 torneos de ese prestigio ganados, que ostentan Rafael Nadal y Roger Federer, sino que además significará una pérdida económica aun no calculada. A eso tiene que sumarse las críticas de su pares como es el caso de Nadal que ya reclamó públicamente que se cumplan con las reglas.
En el tenis también existe una fuerte presión del gremio de jugadores que tienen un historial de ser de los más combativos en el mundo deportivo. Es por eso que las acciones del serbio todavía no terminan de dejar un panorama claro de lo que pueda llegar a suceder.
Pero en este deporte no es el único que se dan estas cuestiones. Uno de las primeras competencias que se reanudó durante la pandemia del Covid-19 fue la NBA. El principal torneo de basquet del Mundo creó la famosa “burbuja de Disney” en Orlando, Florida, en donde los jugadores de todas las franquicias estuvieron recluídos sin contacto físico con el mundo exterior durante meses.
Todo para que el show siga, que dicho sea de paso culminó con la coronación de Los Ángeles Lakers liderados por Lebron James. Ya con el avance de la vacunación, esa burbuja quedó fuera de competencia. Pero no así los problemas con el Covid-19. Uno de los ex compañeros de James en Cleveland, el base Kyrie Irving se expresó en contra de aplicarse una dosis de las tres vacunas que se utilizan en Los Estados Unidos (Moderna, Pfizer y Janssen)
Su actual equipo, los Brooklyn Nets, decidieron relegarlo al inicio de la temporada. Pero el mal rendimiento de los Nets hicieron que cambien de opinión y primen el resultado. Por ese motivo después de varias semanas de competencias, Iriving volvió a la cancha en la victoria contra los Indiana Pacers. Pero ojo, la reglamentación que rige en el estado de New York hace que no pueda jugar los partidos de local. Es decir que si sigue sin vacunarse, sólo podrá jugar la mitad de los encuentros que quedan de la temporada regular.
Pero los casos de las personas que se niegan a vacunar no son solamente en el deporte. En las música se registraron al menos tres casos de músicos que rechazaron inocularse y tuvieron que afrontar la crítica de sus fans. Uno de ellos es Pete Parada que tuvo que dejar la banda “Offpring” a mediados del año pasado porque no quiso completar su esquema de vacunación contra el Covid. “No puedo cumplir con lo que se está convirtiendo cada vez más en un mandato de la industria”, manifestó en su cuenta de Instagram en referencia a la imposibilidad de ingresare a teatros, estadios y cualquier tipo de evento masivo al no tener su segunda dosis contra el Covid-19. La banda punk conocida en el mundo por sus temas como Hit That encontró rápidamente un reemplazo para el baterista, Josh Freese. Luego, ante la crítica generalizada que recibió, el baterista emitió un comunicado.
El músico dijo que experimentó por primera vez el síndrome de Guillain-Barré, en el que el sistema inmunitario de una persona daña sus nervios en la infancia y que los efectos habían empeorado "progresivamente a lo largo de mi vida". También reveló se contagio de Covid en el 2020 y que solo tuvo síntomas leves, "por lo que confío en ser capaz de manejarlo de nuevo", escribió.
Pero no fue el único. Uno de los guitarristas más conocidos del Mundo, Eric Clapton, se mostró abiertamente en contra de la vacuna contra el Covid pero también contra otras. Es decir, es un verdadero antivacunas. Ahora bien para intentar “dibujar” su decisión sanitaria, sacó la carta de la “segregación” del público y remarcó que prohibir la entrada es una forma de discriminación. “No actuaré en ningún escenario donde haya presente un público discriminado. A menos que haya una disposición para que todas las personas asistan, me reservo el derecho de cancelar el espectáculo”, dijo.
Pero no solo eso. En una reciente investigación que publicó la revista Rolling Stone, se supo que en noviembre del año pasado se reveló que no solamente apoya con sus declaraciones y actos al movimiento antivacunas sino que también lo financia. Cuando arrancaron las cuarentenas como consecuencia del Covid surgió un movimiento llamado Jam for Freedom fundado por Cambel McLaughlin. A lo largo de toda la pandemia este hombre mostró los mensajes de apoyo de Claptone a su causa.