05 Junio de 2019 15:30
Los que abrieron Google hoy, se encontraron en el doodle del navegador la imagen de una mujer coronada de laureles leyendo en una antigua biblioteca. ¿Quién es la homenajeada en cuestión? Se trata de la filósofa y teóloga veneciana Elena Lucrezia Cornaro Piscopia, quien en el año 1678 se convirtió en la primera mujer en recibir un doctorado: fue el de filosofía en la Universidad de Padua.
Nacida de una unión ilegítima entre el procurador de la República italiana Giovanni Battista Cornaro Piscopia y su amante (y luego esposa) Zanetta Boni, una humilde campesina, Elena comenzó a mostrarse como un prodigio desde su infancia: aprendió seis idiomas, además de a tocar el clavicordio, el arpa y el violín.
Abriendo caminos
En su juventud, sin embargo, la filosofía y la teología se convirtieron en el eje de su atención: en 1672 ingresó en la Universidad de Padua pero recibió un revés cuando no se le permitió obtener el Doctorado en Teología por ser mujer.Sin embargo, Elena no se rindió y fue a por el Doctorado en Filosofía. Tal acontecimiento era inédito para la época, tanto que su examen oral final tuvo que efectuarse en la catedral de Padua debido a la enorme audiencia de estudiantes, profesores y personalidades políticas que se interesó por presenciarlo.
Y ella estuvo a la altura: su alocución en latín centrada en los escritos de Aristóteles fue tan deslumbrante que el comité encargado de juzgarla la aprobó en público en lugar de votar su decisión en secreto, tal como estaba acostumbrado. Inmediatamente, Elena recibió la corona de laureles, el anillo de oro y la capa de armiño que se otorgaban usualmente como símbolo del status de Doctor.
Sus escritos, publicados en 1688 -cuatro años después de su muerte por tuberculosis a los 38 años- incluyen tratados devocionales, discursos académicos y traducciones al itailano de textos filosóficos. Actualmente, la universidad de Padua la honra con una medalla de honor que entrega a estudiantes destacados