“Cada día estoy recibiendo más consultas de forma anticipada de personas que ya dan por descontado que en dos o tres meses no van a poder pagar más su alquiler y quieren tramitar el subsidio habitacional. Eso es una clara muestra de lo que está dejando la crisis”. De esa forma un alto funcionario porteño explicó el escenario que se vive en el plano habitacional en la Ciudad.
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Ahora un informe de la organización Inquilinos Agrupados no sólo que ratificó esa premisa sino que además pudo ponerle un número. En los últimos seis meses el 30,33% de la totalidad de los casos relevados por la Encuesta Nacional a Inquilinos tuvo que rescindir de forma anticipada el contrato por tener dificultades para pagarlo.
En febrero de 2018, dio como resultado que los inquilinos destinaban -en promedio- el 41% de sus ingresos en el pago del alquiler. Seis meses después, en agosto, esa cifra ascendía a 45% y actualmente, alcanza el 47%. Se trata de un aumento interanual de 6 puntos porcentuales. La Encuesta, realizada en todo el país, obtuvo más de 4.200 respuestas.
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Entre los rangos etarios que más cantidad de sus ingresos destinan al pago del alquiler se encuentran los adultos mayores (más de 56 años de edad) y los jóvenes de 18 a 24 años. De sus respectivos ingresos se erogan entre el 53% y el 55% para cubrir el alquiler.
“Cada seis meses damos la misma noticia, que las condiciones de vida de las familias inquilinas continúan degradándose. Para decir lo contrario, no hay más opciones que fijar límites a los aumentos de precios y terminar con esta rueda de alquileres cada vez más caros e inquilinos cada vez más pobres”, afirmó el presidente de Inquilinos Agrupados, Gervasio Muñoz.
Muñoz además explicó que la recisión de contrato anticipada, de acuerdo a sus datos, involucra que los inquilinos deciden irse a un lugar menos cómodo, más pequeño, con peores acceso al transporte público o directamente, en el caso de los jóvenes, significa un regreso a la casa de los padres.